Cuatro muertos en accidentes deja trágico sábado en carreteras
Joven murió en Zambrano, motociclista perdió la vida en la capital, comerciante falleció en El Progreso y una mujer en Guasaule.
La fatalidad no le permitió terminar su viaje y regresar con bien a casa.
El cuerpo sin vida de la joven Laura Marcela Carbajal, de unos 20 o 25 años de edad, quedó atrapado en el amasijo de hierro después de que su vehículo impactara contra un bus de la ruta interurbana que iba en la vía contraria.
Ella regresaba de Comayagua hacia Tegucigalpa por la carretera CA-5 Norte, bajo una leve brisa, que provocó que el pavimento se pusiera resbaladizo y el cielo oscuro.
Como los demás conductores, la joven pagó el peaje en la caseta de Zambrano, al norte de la capital.
Los vendedores de la zona le ofrecieron lichas y se estacionó a comprar las frutas para luego seguir su camino.
Apenas había recorrido unos dos a tres kilómetros cuando perdió el control del carro en el que se conducía, un turismo color azul, placa PDI 9162.
Los agentes de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) acordonaron la zona para determinar las causas del accidente.
Pavimento
Se maneja que la muchacha se conducía a exceso de velocidad y el pavimento estaba mojado y eso provocó que impactara contra el bus. Esa fue la explicación que ofreció una de las agentes que resguardaba la escena, a la espera que llegaran las autoridades de la Dirección General de Medicina Forense.
El carro de la muchacha venía con dirección a Tegucigalpa, es decir, de arriba hacia abajo, pero extrañamente fue a impactar del lado del conductor con un bus interurbano que iba con dirección a San Pedro Sula. Laura Marcela venía sola y debido al impacto perdió la vida casi al instante, quedando su vehículo destruido y causando fuentes daños a la parte frontal de la unidad del transporte.
Un agente del Cuerpo de Bomberos que transitaba por la zona informó que el hecho se registró minutos antes de las 11:00 de la mañana. Cuando él llegó al lugar corrió a ver si la joven tenía signos vitales, pero no había nada que hacer, su cuerpo no daba señales de vida. Los socorristas procedieron a bajar y revisar a unos 25 pasajeros que iban hacia San Pedro Sula y solo una señora presentó daños en la clavícula, pero decidió continuar su viaje en la otra unidad que mandó la empresa.
La jovencita laboraba en una reconocida empresa del país como analista de transporte