Venezolanos penan por América y chavismo dice que son ‘fake news’
El presidente Nicolás Maduro explotó y les dijo a los migrantes venezolanos: “Dejen de lavar retretes en el exterior y vuelvan a servir a la patria”, al tiempo que Latinoamérica toma medidas para regularizar las invasiones
Para Nicolás Maduro y el régimen chavista, las fotografías de 100 venezolanos luchando a machete en las calles de Paracaima, en Brasil, no son suficiente prueba que la crisis migratoria esté afectando a Latinoamérica.
Tampoco son contundentes los videos de una caravana de más de 1,000 personas caminando por la carretera Panamericana en Perú, a la altura del kilómetro 1,200, rumbo a Lima. Tampoco es real ver a más de 3,000 venezolanos tirados en las calles de Cúcuta, en Colombia, durmiendo en costales, comiendo sopa de las iglesias en envases de refresco reutilizados como cuencos. Para Caracas, todo eso se trata de “fake news”.
De hecho, Maduro ha sido hasta sarcástico el martes al decir “dejen de lavar pocetas (retretes) en el exterior y vengan a vivir a la patria”, en referencia al denunciado éxodo migratorio.
Por su parte, el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, defendió. “Es un tema que ha sido usado de manera bárbara, criminal y xenófoba por gobiernos xenofóbicos y racistas, son ‘fake news’ (noticia falsa), no hay crisis humanitaria”. En la mayor crisis migratoria latinoamericana en décadas, miles de venezolanos han huido a Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile y Argentina, ante la falta de comida y medicinas, una hiperinflación que el FMI proyecta en 1,000,000% para 2018 y sueldos equivalentes a 30 dólares (L 720.00).
La contraparte
Yoni Muñoz llegó hace cinco meses a Perú, pero todavía no consigue una cita para realizar los trámites que le permitirían optar a un empleo formal en este país.
“No puedo obtener una cita desde hace varios días”, explica Muñoz, de 36 años, mientras pacientemente hace fila afuera de la oficina de la policía peruana que revisa los antecedentes de los migrantes venezolanos.
En la misma fila están Carla Molina, de 20 años, y su marido Jesús Dávila, de 31, también venezolanos. Pero su hija Paula nació hace dos meses en Perú, lo que facilitará su permanencia en este país. “Mi hija tiene seguro, cuenta con DNI (Documento Nacional de Identidad), gracias a ella estamos haciendo los trámites para estar legales en Perú”, dice sonriente.
“Con este permiso mi esposo va a tener mejores beneficios en su trabajo”, explica la mujer, indicando que su marido labora en una procesadora de huevos, en la que gana 280 dólares al mes.
Los migrantes acuden a esta oficina de la sección Interpol de la policía peruana para llenar una ficha y someterse a la revisión de antecedentes para conseguir el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), documento que les permite buscar legalmente un empleo.
Cientos de venezolanos, algunos con sus hijos, hacían fila este miércoles en esta oficina situada en el distrito limeño de Surco. Algunos portaban pasaporte, otros solo documento de identidad, pues Perú acepta ambos.
Los policías llenan las fichas, les toman fotos, huellas dactilares y odontogramas (imágenes dentales), en tanto revisan si tienen antecedentes penales en Venezuela.
Más de 2.3 millones de venezolanos viven en el extranjero (7.5% de la población). De ellos, más de 1.6 millones salieron de su país desde 2015 ante el recrudecimiento de la crisis económica y política del país con las mayores reservas petroleras del mundo.
El 90% se ha quedado en América Latina, según cifras del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU