Costa Rica no cede ante Ortega
Autoridades diplomáticas de Costa Rica reafirmaron ayer su rechazo al pedido del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de recibir información sobre sus compatriotas que solicitan asilo en el país vecino. Explicaron que toda la información sobre las solicitudes de asilo está protegida por convenios internacionales que garantizan la confidencialidad.
“La confidencialidad es el principio rector para el registro de información de los solicitantes de la condición de refugiado”, dijo a periodistas la vicecanciller Lorena Aguilar, citando la legislación local sobre asilo y refugio.
Ortega afirmó el miércoles que exigiría al país vecino una lista de las personas que piden asilo para señalar a quienes cometieron delitos durante las protestas contra su gobierno.
Ortega dijo que los nicaragüenses que “no tienen causas o que no hayan cometido crímenes pueden regresar y nadie los va a tocar, a capturar y pueden reencontrarse con sus familias”.
Miles de nicaragüenses han solicitado asilo en Costa Rica, con el argumento de que sufren persecución por su participación en la ola de protestas desatadas en abril contra el gobierno de Ortega.
“Costa Rica y ningún otro país que ha firmado convenios internacionales va a dar información sensible que se rige por los principios de confidencialidad”, agregó Araya, quien recordó que desacatar este principio puede poner en peligro a quienes buscan refugio.
Por su parte, la directora de política exterior de la cancillería costarricense, Adriana Murillo, explicó que el procedimiento de atención para personas que buscan refugio toma en cuenta la necesidad de proteger su información “porque estas personas solicitan ese estatus para protegerse internacionalmente”.
“Pueden estar huyendo de su país por razones de seguridad, y parte del procedimiento implica que se va a proteger su información”, agregó Murillo.
Según Daniel Ortega, entre abril y junio se marcharon a Costa Rica unas 26,000 personas “no porque sean criminales”, sino por las tensiones políticas que vive Nicaragua.
Desde que iniciaron las manifestaciones el 18 de abril, se contabilizan más de 300 muertos, 2,000 heridos y una cantidad no especificada de detenidos y desaparecidos. Naciones Unidas sitúa en 23,000 el número de personas que se han refugiado en Costa Rica por la crisis política desatada por las protestas opositoras que exigen la renuncia de Ortega