El león conquista la isla y clasifica...
Un gol del ingresado Diego Reyes, al 74, fue suficiente para que Olimpia se metiera entre los mejores ocho del Torneo de Copa. El juego se vio condicionado por el pésimo estado de la cancha del Julio Galindo. La hinchada merengue llegó en gran número
Vestido con su traje de grandeza y cobijado por sus numerosos fieles, el León invadió la isla más bella de Honduras y en un maltratado escenario encontró una definitiva cita con la red para sacar pasaporte a los cuartos de final de la Copa Presidente. Olimpia despachó 1-0 al Galaxy de la Liga Mayor de Roatán y se apuntó entre los mejores ocho equipos del Torneo de Copa. El Albo jugó al grito de su multitudinaria hinchada y de acorde a las posibilidades que ofrecía el pésimo estado del campo del Julio Galindo.
Un equipo alternativo
Si en las escasas gradas y en el perímetro del campo la fiesta estaba al servicio de unos olimpistas que llegaron en Ferry y en avión, en la cancha lo que menos que se podía exigir era el buen trato a la redonda.
No era escenario para alardear de buen fútbol y mucho menos de derroche de goles. El terreno de las emociones no se prestaba para ello y la tropa de Nahún Espinoza lo entendió de esa manera. Con Donis Escober, Esteban Espíndola, Leandro Motta y Jairo Róchez entre los 11 inhabituales, Olimpia salió al ruedo a dirimir una batalla en la que predominaron los trompicones y los malos pases. Y en ese contexto, las jugadas de gol llegaron a cuentagotas.
Del banco al gol
El meta Brian Bradford (que llegó al estadio vestido de corbata para recibir al equipo más ganador del país) frenó los primeros avisos de Jairo Róchez y Óscar Salas en una primera parte
Es un pase importante por las condiciones, a pesar de que la LNP no es lo mejor, pero estamos acostumbramos a algo mejor que esta cancha”. Nahún Espinoza Técnico de Olimpia
para el bostezo.
Echada la vista al banco, Nahún visualizó la fórmula de la clasificación. Júnior
Lacayo propició el mal rechazo del portero Bradford y fiel a la cita llegó Diego para acordarse de sus tiempos en el trompicado estadio de Tocoa y firmar el definitivo 1-0, al 74.
“Jugada que yo sabía que el portero la iba a soltar, como delantero hay que estar atento y pude llegar a empujarla”, relató en el pospartido el goleador del encuentro.
Si el 0-0 era un proeza para Galaxy, el raquítico 1-0 fue una losa muy pesada. No hubo forma de entrarle al Albo. La ecuación, basada en el contragolpe de Suamy Perú y Johan Jackson nunca dio resultados.
El último sonido de la ocarina selló la clasificación merengue y marcó el epílogo de la tarde isleña. Olimpia está en cuartos y espera por su rival...