Donald Trump usa el muro para chantajear con cierre del gobierno
El mandatario de los Estados Unidos quiere que el Congreso le habilite fondos para completar su promesa, pero el movimiento puede ser un tanto arriesgado en la previa de las próximas elecciones legislativas
La más firme promesa de campaña de Donald Trump para llegar a la presidencia de los Estados Unidos no la ha podido cumplir: el muro.
Su reputación política, pero sobre todo su ego, se ven afectados por no poder completar la barda entre los Estados Unidos y México, a fin de poder frenar a los “bad hombres” en su ingreso a los Estados Unidos.
Pero Trump no lo ha podido cumplir porque construir más de 3,000 kilómetros de muro (los otros 1,000 ya existen) no es tan barato que se diga, bueno unos 20,000 millones de dólares (con eso se paga la deuda externa de Honduras y otros países de la región), una suma que es hasta difícil de imaginar.
Tras tocar varias puertas y no encontrar respuesta, Trump desvarió al decir que México pagaría por “un hermoso y gran muro”. Al verse acorralado y sin querer dejar tareas pendientes, Trump ahora chantajea al Congreso para que le liberen fondos para ello o, caso contrario, provocará un cierre de gobierno.
“Si sucede, sucede. Si se trata de seguridad fronteriza, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa”, remarcó.
La afrenta de Trump y el Congreso es que el próximo 30 de septiembre es el plazo máximo para aprobar los presupuestos federales, los que ya han sido discutidos y adelantados, pero en estos últimos paquetes no se incluyeron fondos para el muro.
Según Trump, los republicanos han “hecho un progreso tremendo en la financiación del gobierno, pero los demócratas quieren abolir el (Servicio de Inmigración y Aduanas) ICE”. Ante esto, los republicanos lo que buscan es no pagar las consecuencias de un eventual cierre del gobierno en las elecciones legislativas del 6 de noviembre, puesto que podría perder su mayoría tanto en el Congreso como en el Senado.
¿Cierre del gobierno?
Cuando el Congreso no aprueba los fondos apropiados para las operaciones
y agencias del gobierno, se desencadena un cierre, por lo que se congelan los fondos para brindar servicios, salvo aquellos que se consideran esenciales, como el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI.
Durante este proceso, el 40 por ciento de la fuerza de trabajo gubernamental es suspendida sin pago y se les ordena que no trabajen.
Un cierre del gobierno le
costaría a Estados Unidos aproximadamente 6,500 millones de dólares por semana, según un informe de los analistas de S&P Global, sin contar aún con el impacto en la economía nacional.
El cierre de gobierno más largo ocurrió bajo la presidencia de Bill Clinton, durando un total de 21 días desde diciembre de 1995 hasta enero de 1996, cuando el entonces presidente de la Cámara,
Newt Gingrich, exigió recortes drásticos a programas gubernamentales como Medicare, Medicaid y asistencia social. El cierre más reciente se produjo con Obama en 2013, enfrentando al presidente contra la Cámara de Representantes liderada por los republicanos