Después del “sí, acepto”, ¿qué sigue?
EL PRIMER AÑO DE MATRIMONIO ES UNA ETAPA DE ADAPTACIÓN, PARA ENTENDER QUE LOS DOS SON UNO SOLO Y QUE DEBEN BUSCAR UN FIN COMÚN
Alguna vez se ha puesto a pensar ¿qué pasará cuando me case?, ¿estoy lista (o)?, ¿nos irá bien? o ¿mejor me quedo así sin ningún compromiso?
Estas son varias de las preguntas que se hacen las personas que están cerca de dar ese paso tan importante: el matrimonio.
Casarse es un cambio de vida, y la relación pasa a otra etapa que se vuelve muy diferente al noviazgo, y no encontrará un manual que le diga cómo afrontar cada situación para hacer más llevaderos los procesos difíciles.
El reto del primer año
Los primeros meses es donde la pareja se acostumbra al diario vivir, y si bien se reciben algunos consejos de parte de amigos y familiares, nada es tan literal como se pinta.
Muchas veces se escucha decir que ese primer año es el más difícil para los dos en el matrimonio. La pregunta es: ¿por qué?
Cada persona es diferente y al unirse a otra es normal tener ciertos malentendidos por las conductas o hábitos que no conoció mientras eran novios. Por eso muchas veces se llena de temores, dudas, ansiedad y hasta puede llegar a pensar que es mejor seguir en la soltería que cambiar su estilo de vida... pero no se alarme.
La licenciada en Orientación Familiar Brenda Jiménez nos motiva a experimentar ese viaje por cuenta propia, “porque privarse de algo que todavía no ha experimentado sería como llegar primero a la meta y no querer el trofeo, nunca será lo mismo lo que otros dicen y lo que usted vive, no se angustie si no lo ha experimentado”.
Habrá muchos cambios de cuando eran novios al volverse un matrimonio, la clave será la tolerancia y recordar el porqué quiso unir su vida a ese ser.
La comprensión y el respeto deben ser una base importante de la relación, no se cierre a hacer las cosas a su manera, socialice los problemas con su pareja y tomen decisiones juntos