El arte de la creatividad en su negocio
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Ante la mecanización paulatina de las fuerzas productivas, la creatividad se ha vuelto un concepto trascendental en las nuevas estrategias empresariales.
Una mutación corporativa que demanda profesionales más cualificados, que innoven, que mejoren los procesos productivos y que puedan desarrollar nuevas formas de negocio en cualquier ámbito.
Pero, ¿cómo se consigue la creatividad? ¿Se trata de una capacidad innata?
De acuerdo con Juan Pastor Bustamante, experto español, fundador CEO de la empresa Repensadores S.L. y vicepresidente de la Asociación para la Creatividad (Asocrea), al igual que el genio emprendedor, la facultad de crear se puede desarrollar a través de técnicas, metodologías y procesos. “La gente debe ser consciente de que la creatividad va a ser el motor de la economía del siglo XXI, al igual que el petróleo ha sido el motor de la economía del siglo XX. La idea es pensar fuera de la caja y a partir de ahí desarrollar técnicas que potencien en las personas la capacidad creativa que al final no solo atañe las artes escénicas y creativas tradicionales, sino en múltiples ámbitos”, explica.
Una de las claves es alejarse de los procesos rutinarios rozados por la automatización. Al momento de resolver problemas debe dejar de presionarse en pensar esquemas lógicos y dejar fluir la mente y descubrir nuevas posibilidades. Por otro lado, trate de cultivar la curiosidad, que en síntesis es la génesis del pensamiento creativo. “Todo aquello que nos llame la atención puede ser un estímulo para plantearnos nuevas realidades o posibilidades, nos empuja a informarnos y a establecer un criterio sobre las cosas”, afirma. Otra alternativa es formularse preguntas constantemente, suelen ser una herramienta práctica para guiar y provocar el pensamiento creativo.
Una sesión de ejercicio extenuante también puede hacer maravillas para hacer fluir su creatividad. Si somos demasiado sedentarios nos volvemos vulnerables a un conjunto de patrones de pensamiento y nunca intentamos salir de esas restricciones. En el emprendimiento es importante explorar nuevos aspectos de los negocios tradicionales. Por ejemplo, puede ser en la forma de cambiar el método de fabricación del producto o la prestación del servicio, o cómo se suministran al usuario. “Todo el proceso de emprendimiento está enraizado en la creación y exploración de nuevas ideas. Cuando un emprendedor puede generar una nueva idea que es factible y eficiente, le da una ventaja sobre la competencia”, concluye