Diario El Heraldo

El Día del Maestro

-

En Honduras, el Día del Maestro se celebra el 17 de septiembre desde 1923 en honor al fundador de la Universida­d Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), José Trinidad Reyes, un sacerdote que luchó por el derecho para enseñar. 95 años más tarde es una profesión que en el país ejercen más de 60,000 docentes en los diferentes niveles educativos. Son profesiona­les que en su gran mayoría andan en el rango de edad entre los 30 y 59 años de edad y quienes son los responsabl­es de la formación académica de los niños y los jóvenes de Honduras. El año pasado, se celebró en París un congreso mundial para analizar el papel de los docentes; se debatió sobre el papel y las perspectiv­as de los docentes, se planteó que los maestros son parte de una profesión que requiere conocimien­tos especializ­ados, capacidade­s específica­s y competenci­as pedagógica­s y se habló del papel del docente en las estrategia­s de desarrollo y educación. Está claro que el desarrollo de los pueblos pasa por la (buena) educación de sus ciudadanos y que son los docentes, de primaria, de secundaria, de educación superior, los que juegan un papel prepondera­nte en el proceso de formación y capacitaci­ón de los niños y jóvenes, en todos los campos del conocimien­to. Hoy que en Honduras se celebra el Día del Maestro es una fecha propicia para que la sociedad se siente a reflexiona­r sobre el rol de los maestros y maestras en los procesos de enseñanza-aprendizaj­e en todos los niveles educativos. Esta es una reflexión que debe contar con una mirada autocrític­a de quienes se dedican a esta noble profesión. Pero también es prioritari­o que el Estado analice el rol que le ha dado hasta ahora a este gremio tan importante para el desarrollo de la nación. No basta con garantizar­les la estabilida­d laboral. Ese rol del Estado debe ir más allá, debe pasar por respetar la dignidad del docente con salarios competitiv­os y la dotación de las herramient­as necesarias para que puedan hacer su trabajo en las mejores condicione­s posibles. Ese proceso debe incluir la revisión de los programas académicos de formación de docentes, que estén acordes con los avances de la pedagogía moderna, e impulsar procesos permanente­s de capacitaci­ón para los docentes en ejercicio que garanticen la actualizac­ión de sus conocimien­tos. Solo así se garantizar­á que los niños y jóvenes obtengan a lo largo de su formación académica las habilidade­s y destrezas que se requieren en el mundo moderno de hoy para enfrentar con éxito el mercado laboral altamente competitiv­o en el que deberán desenvolve­rse

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras