“Que Dios haga justicia en contra de quien la asesinó”
Eusevia García, de 94 años, fue asfixiada por un ladrón en su casa de Cleveland, Ohio, EE UU
Los familiares de Eusevia García, la hondureña de 94 años que fue asesinada la madrugada del lunes anterior en su casa de habitación ubicada en Cleveland, Ohio, Estados Unidos, reaccionaron consternados.
En el hecho violento, que se supone sucedió a la 1:45 de la madrugada, resultó herida Marina García, de 74 años, hija de doña Eusevia. Doña Marina fue golpeada en la cabeza y resultó con un traumatismo craneal.
El asesino
Se presume que el hechor es un hombre de la raza negra, quien ingresó a la vivienda por un orificio que logró hacer al remover el aire acondicionado, de acuerdo con la declaración de una nieta brindada a la cadena FOX 8 Cleveland.
El malhechor era delgado, alto y de unos 20 años, de acuerdo con el testimonio que brindó la sobreviviente del ataque.
Doña Eusevia y su hija fueron atacadas por el delin- cuente, quien golpeó a las dos y que al final terminó con la vida de la anciana de 94 años al asfixiarla con una almohada.
La nieta dijo que en julio pasado la vivienda de la familia García había sido objeto de un intento de asalto, por lo que pidió a la policía de Cleveland más seguridad para combatir la venta de droga y la prostitución que se da a plena luz del día.
Marco Tábora García, hijo de doña Eusevia, posteó en su Facebook: “Que haya muerto no me sorprende, fue asesinada a sus 94 años por un cobarde ladrón que le quitó la vida. Mi hermana fue brutalmente golpeada en la cabeza y está en el hospital, su condición es estable, y eso no fue en Honduras, fue en Cleveland, Ohio”.
En declaraciones brindadas al noticiero Hoy Mismo, ayer en San Pedro Sula, su hijo Manuel Tábora dijo que “espero tener la oportunidad de darle sepultura a mi madre y que Dios haga justicia en contra de la persona que la asesinó”.
Se espera que los restos mortales de doña Eusevia García arriben a San Pedro Sula la próxima semana para su cristiana sepultura. La malograda anciana vivía en Honduras y viajaba de manera constante a visitar a sus familiares