Lecciones que dejó el terremoto financiero de Lehman
Ha pasado una década desde que estalló la crisis económica que sacudió al mundo
Las imágenes de cientos empleados del Lehman Brothers saliendo del mítico edificio en el corazón de Manhattan, Nueva York, quedaron grabadas en la memoria colectiva al ser la antesala del colapso que enfrentarían las economías.
Ha pasado una década desde el terremoto financiero que provocó la bancarrota del banco de inversión estadounidense, entidad que entonces tenía 158 años.
El detonante de la gran recesión, la peor crisis económica desde 1929, ha dejado heridas sin cerrar y un sinfín de preguntas por responder.
La explosión del sector inmobiliario de Estados Unidos debido a las hipotecas basura provocó quiebras en el sector financiero. Todo empezó en el año 2002 cuando el presidente George W. Bush dijo que el sueño estadounidense de la mayoría era tener su propia casa.
Tras ese comentario, la Reserva Federal (Fed) redujo las tasas de interés de 6% a 1%, por lo que el dinero estaba tan barato que los ocho mil bancos y agentes hipotecarios que operan en ese país comenzaron una campaña para expandir el crédito en el sector hipotecario.
Los préstamos pronto alcanzaron aquellos sectores considerados de alto riesgo para la banca, por su alta probabilidad de impago.
El 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers, uno de los bancos de inversión más grandes del mundo, se declaró en quiebra. Dos semanas más tarde, Estados Unidos aprobó un rescate de los activos tóxicos de su banca por 700,000 millones de dólares.
Los bancos centrales de Europa y Estados Unidos recortaron de forma coordinada las tasas de interés en medio punto para activar la economía.
“La crisis financiera internacional continúa siendo uno de los acontecimientos decisivos de nuestros días. Dejará marcada para siempre a la generación que la atravesó”, opinó Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el blog Diálogo a Fondo, dedicado a temas económicos de América Latina.
La funcionaria consideró que la recesión ha dejado una honda huella que amenaza con perdurar. “¿Cómo estamos a diez años del desplome de Lehman? En pocas palabras, hemos progresado mucho, pero no lo suficiente. El sistema es más seguro, pero no en la medida justa. El crecimiento ha repuntado, pero no para todos”, agregó.
Como ella, son muchos los analistas que coinciden en el valioso rol que tuvo la cooperación internacional para impedir que la crisis se transformara en una nueva Gran Depresión, como la que atravesó el mundo hace 80 años.
“De hecho, la importancia de la cooperación internacional para superar los retos del siglo 21 es una de las lecciones duraderas de la crisis”, indicó la francesa Lagarde en la columna. En el mismo escrito recuerda que el Fondo Monetario inyectó $250,000 millones de liquidez al sistema, al mismo tiempo que extendió una línea de crédito a los países afectados por la crisis que superaba los 500,000 millones de dólares.
Ahora, las economías enfrentan fallas, que van desde el posible repliegue de la regulación financiera hasta consecuencias de una desigualdad excesiva, proteccionismo y políticas aislacionistas, y crecien-
Solo en Estados Unidos se perdieron ocho millones de empleos. Siete millones de familias fueron desahuciadas, lo que impactó al resto del mundo.
Las empresas han recuperado el nivel de beneficios La crisis ha dejado una honda huella que amenaza con perdurar, dice el FMI
tes desequilibrios mundiales, refirió la directora gerente del FMI.
La reacción de los países a estos desafíos determinará si han aprendido en su totalidad las lecciones desde la caída del Lehman Brothers.
Fueron 24 países países los que experimentaron quiebras bancarias, según este organismo.
Muchos más no han logrado recuperar los niveles de desarrollo económico, e incluso las economías más avanzadas han reportado deudas públicas de más de 30 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB).
Lecciones aprendidas
La agencia Efe recopiló las declaraciones de Luis Fernando Utrera, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).
El experto calificó la caída del Lehman como la génesis de la crisis que ahora, más que nunca, repercute en el desarrollo de las economías desarrolladas y emergentes.
“Estamos en una fase de ralentización (desarrollo con menor velocidad), con especial preocupación por algunos países emergen- tes, a lo que no ayuda ni el Brexit, ni el proteccionismo de Trump, con sus aranceles”, opinó el especialista.
A su criterio, la incógnita es cómo afectará a la economía en el futuro considerando que durante los años de crisis surgió un mundo distinto, dominado por lo digital y la tecnología, lo que afectará al empleo.
“Ahora, Google, Facebook o Twitter pueden cambiar el voto de los ciudadanos; un ciberataque puede paralizar una industria en segundos. Para hacer la compra no necesitamos ir al súper y los viajes o los hoteles me los gestiono desde el portátil, sin intermediarios”, añadió Utrera. Para el analista, el riesgo de una nueva crisis será para los países que no sepan entender y actuar ante esta situación.
“Creo que en la situación de bonanza que estamos viviendo hay que aprovechar la posibilidad de recaudar más impuestos, vía incremento de la actividad económica y ser muy prudentes con el gasto, para tener colchón frente a un posible deterioro de la situación económica dentro de unos años”, añadió el analista español