Preocupante uso de la tecnología en el mar para traficar con drogas
Desde modernos sistemas de comunicación con internet hasta boyas satelitales y embarcaciones modificadas han sido detectados por las autoridades y combatirlos resulta casi imposible por la falta de recursos
La tecnología se ha vuelto una herramienta para quienes trafican drogas por la vía marítima.
Desde Colombia, o cualquier país productor de cocaína, hasta México y Estados Unidos la implementación de sistemas digitales para operar está activa.
Las autoridades de la Fuerza Naval de Honduras (FNH) conocen la situación, pero los recursos son mínimos en comparación con los que maneja el narcotráfico. “Los narcotraficantes tienen sistemas satelitales de comunicación, de detección de droga y modernas embarcaciones para el transporte de estupefacientes”, afirmó una fuente de la FNH a EL HERALDO.
Informes del Centro Internacional Marítimo de Análisis Contra el Narcotráfico (CIMCON), integrado por los países productores y de paso de la droga en América, revelan el uso de la tecnología de última generación por las Organizaciones Criminales Transnacionales (OCT).
Reportes de las Fuerzas Armadas de Honduras estiman que el 80 por ciento de la droga que pasa por el país lo hace por vía marítima, el resto por aire y tierra.
Comunicaciones
En las operaciones criminales el internet es una de las principales herramientas para las comunicaciones de los grandes capos y el monitoreo de los cargamentos de droga.
Ellos usan las comunicaciones troncalizadas, estas son las que permiten transmitir mensajes, correos electrónicos y datos mediante una señal digital codificada por medio de una red de usuarios determinados.
Estas señales se emplean mediante computadoras, radios, tabletas y teléfonos inteligentes, todo es manejado por un coordinador que administra la red que establece los canales y programas en modos encriptados, establecen las investigaciones.
Además utilizan boyas satelitales, que les permiten posicionar con alta precisión cargamentos de droga que quedan a la deriva en alta mar y mandarlos a traer sin ningún inconveniente. Según la fuente de la FNH, cuando ellos le dan persecución a una lancha cargada de droga, para no ser identificados, los narcotraficantes lanzan la droga al mar, pero esta lleva un sistema de ubicación satelital.
De esta forma evitan ser detenidos y luego ellos mismos u otra embarcación pide las coordenadas y rápido recuperan la droga lanzada al mar.
Las boyas satelitales también les permiten hacer un seguimiento permanente y con alta precisión sobre a dónde va la droga, son sistemas de bajo perfil, según el informe.
Transporte
Los sistemas de comunicación del narcotráfico van de la mano con los medios del transporte de la droga, que cada vez son más difíciles de detectar para las autoridades. El crimen organizado transnacional financia el desarrollo y mejoramiento constante de adaptaciones tecnológicas comerciales existentes a los medios de transporte marino. Una de las principales herramientas son los sumergibles o submarinos (SPFS). Uno de los más modernos encontrados fue en el 2010, en Ecuador, el cual tenía la estructura de un submarino militar ruso clase “lada” con capacidad para transportar siete toneladas de cocaína. En 2011, las Fuerzas Armadas hondureñas detectaron en el Caribe un narcosubmarino que transportaba entre tres y cinco toneladas de droga, el cual ahora se expone en el Campo de Parada Marte.
También están los semisumergibles, que son de los aparatos más difíciles de detectar para transportar droga, debido a que las organizaciones criminales no descansan en modernizarlos y mejorar todos sus dispositivos. A estos medios se suman las lanchas de bajo perfil, denominadas LPV, que no navegan completamente en la superficie y son más complicadas de detectar por las fuerzas navales.
Algunas de estas embarcaciones han sido consideradas como submarinos, sin embargo, las estructuras del narcotráfico han modificados yates y otras embarcaciones para transportar droga, cubriéndolos con fibra de vidrio.
Los análisis del CIMCON establecen que existe mucha desinformación de los sistemas y modalidades del transporte marítimo de narcóticos, por lo cual hay que ahondar en ellos para identificar sus debilidades y combatirlos