Con dolor y tristeza despiden a vladimir
Al pie de un árbol de pino, con el cielo gris y lágrimas por montón, fue despedido el atleta de la colonia 3 de Mayo.
El sonido de las cuerdas de una guitarra acompañó el llanto de parientes y de los que le quisieron en vida.
Vladimir Oquelí Mendoza Álvarez, conocido popularmente como “Coli”, fue sepultado ayer en horas de la mañana en el cementerio municipal El Durazno, al norte de la capital, en la aldea del mismo nombre.
Coros cristianos y palabras de agradecimiento de los familiares hacia la multitud que los acompañó en el sepelio fue el preámbulo del momento más difícil para un ser humano; ver partir a un ser querido hacia el más allá.
Sus seis hermanos, sus papás y amigos recordaron en ese momento lo querido que fue “Coli” y lo servicial como persona, ya que hasta en el último momento de su vida lo hizo sirviéndole a los demás.
Luego de un instante difícil en el escarpado campo santo público, llegó el momento del terraje.
A las 10:30 de la mañana el féretro con el cuerpo de Vladimir Oquelí fue descendido en la tumba, mientras el llanto de sus seres queridos aumentaba.
En cuestión de minutos la fosa fue totalmente tapada por varios metros de tierra, que fueron echando familiares y amigos en señal de colaboración con la triste causa.
Vladimir Mendoza perdió la vida la tarde del miércoles 3 de octubre tras caer y luego ser arrastrado por la quebrada El Sapo, en la colonia 3 de Mayo, de Comayagüela. El joven ayudaba una familia vecina a sacar los enseres domésticos porque la quebrada amenazaba con inundarles la casa. Él se acercó a la pared que daba con la quebrada y cayó directo a la corriente con todo y pared. Fue hallado muerto cerca de la aldea Cofradía, a la orilla de río Choluteca