El poder del A7 y A9
Samsung presentó su nueva apuesta y demostró que quiere potenciar con estos dispositivos el sector de gama media
Samsung lo tiene claro: ante los millennials, una generación movida por las redes sociales, el componente principal de un smartphone es la cámara. Esta semana, seguido de que Google pusiera en palestra los Pixel 3 y Pixel 3 XL, el gigante surcoreano tomó como escenario Kuala Lumpur, Malasia, para presentar sus dos nuevos terminales, el A7 y el A9, ambos dirigidos a un público joven en permanente conexión.
La apuesta aquí fue ampliar el ratio y ser los primeros en alzar un dispositivo con cuatro objetivos, los cuales vienen ordenados de forma vertical.
Reinvención fotográfica
El Galaxy A7 ya calza tres cámaras traseras y una delantera. Su sucesor, el Galaxy A9, da el salto hasta las cinco cámaras. Cuatro traseras: una principal de 24 megapixeles (MP) y apertura f/1.7; una gran angular de 8 MP, f/2.4 y ángulo de 120º; un teleobjetivo de 10 MP capaz de hacer zoom óptico de dos aumentos sin pérdidas de calidad; un zoom óptico 2x, y una cámara de profundidad de 5 MP, f/2.2 y desenfoque en vivo.
Esta configuración fotográfica dota al teléfono de una gran versatilidad capaz de cambiar a gran angular solo presionando un botón, tomas nocturnas con calidad extrema, un zoom 2x para acercar los objetos sin perder calidad o crear un desenfoque selectivo. Asimismo, grabar videos hasta 4K normalmente, o en cámara lenta o cámara superlenta a resoluciones más bajas, junto con varios modos de imágenes fijas que incluyen panorama, modo belleza, optimizador de escena y modos de retrato, gran angular y zoom habilitados por los tres lentes extra.
La cámara delantera tiene un sensor de 24 MP y apertura f/2.0, no presenta mucha novedad, pero ya incluye los AR Emoji, que hasta ahora estaban reservados a la gama alta de Samsung.
A nivel técnico, el A9 dispone de un procesador Qualcomm Snapdragon 660 de ocho núcleos y 2.2 Ghz de velocidad, 6 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento interno que se pueden ampliar por microsd de hasta 512 GB, y con bandeja para dos tarjetas SIM. La autonomía se rige por una batería de 3,800 mah, mayor a la Galaxy S9 y el Galaxy S9 Plus.
La pantalla, aunque no es tan impresionante como los paneles QHD en el Galaxy S9, S9 Plus y Note 9, por su precio (694 dólares), es de 6.3 pulgadas Amoled y resolución Full HD+ 1080x2220 pixeles de visión. Su estructura llega con chasis de aluminio y medidas de 162.5x77x7.8 mm y 183 gramos de peso. Hasta el momento, la prensa especializada que ha podido probar esta terminal que se comercializará a partir de noviembre mantiene un veredicto positivo con el precio como punto en contra