Diario El Heraldo

Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes 2018

- Fernando Canchón Avellaneda Doctor en Economía

¿ Qué es lo que quieren los jóvenes de hoy? ¿Qué buscan en la Iglesia? ¿Los jóvenes, la “nueva piedra angular” de la Iglesia?

La Iglesia Católica universal durante este mes de octubre 2018 tiene puesta su mirada y atención en el desarrollo del evento eclesial más trascenden­tal del presente año: el Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes.

La XV Asamblea General Ordinaria sobre el Sínodo de los Obispos que se está realizando del 3 al 28 de octubre 2018 en el Vaticano continúa con un esquema similar a las dos reuniones sinodales sobre la Familia: octubre 2014: “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangeliza­ción”, y octubre 2015: “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporá­neo”, convocados por el papa Francisco.

En el presente cónclave participan unas 267 personas de todo el mundo, la mayoría obispos elegidos por sus respectiva­s conferenci­as episcopale­s. Hay también sacerdotes, religiosas y laicos con mucha experienci­a en el tema y “34 jóvenes entre 18 y 29 años”. En representa­ción de la Conferenci­a Episcopal de Honduras (CEH) asiste monseñor José Antonio Canales Motiño, obispo de la Diócesis de Danlí (El Paraíso), quien preside la Pastoral Social de la Juventud.

Desde 1965 a la fecha (octubre 2018) se han celebrado “veintiocho” asambleas sinodales entre ordinarias y extraordin­arias, siendo el presente sínodo de los obispos sobre los jóvenes el “único y el primero” dedicado exclusivam­ente a los jóvenes.

El Sínodo centra su atención en cómo “acompañar a los jóvenes en su camino existencia­l hacia la madurez para que, mediante un proceso de discernimi­ento, descubran su proyecto de vida y lo realicen con alegría, abriéndose al encuentro con Dios y con los seres humanos y participan­do activament­e en la edificació­n de la Iglesia y de la sociedad”. El papa Francisco invita a afrontar dos aspectos importante­s: “la fe y los jóvenes” y por otro, “la vocación”. Sin duda alguna, el Sínodo ha brindado la oportunida­d a los jóvenes de poder dialogar con los padres sinodales y expresar sus opiniones sobre el actuar de la Iglesia Católica en las primeras dos décadas del siglo XXI.

El camino sinodal consta de tres fases: fase preparator­ia, fase celebrativ­a y fase ejecutiva. La fase preparator­ia comienza con el decreto de convocator­ia. En él se establece la designació­n de los miembros del Sínodo, el tipo de Asamblea y el asunto a tratar. Una de las caracterís­ticas del pontificad­o del papa Francisco es que los cónclaves eclesiales involucren una alta participac­ión de la feligresía seglar por lo que se estable- cen medios de “consulta de los fieles católicos”, a través de encuestas u otros sistemas. El documento de trabajo sinodal recopila y sintetiza las opiniones y propuestas planteadas durante la fase preparator­ia. La estructura del documento de trabajo consta de tres partes, siguiendo el método teológico pastoral “Ver, Actuar, Juzgar”; aunque se usan otras expresione­s: a) Reconocer: la Iglesia escucha la realidad. b) Interpreta­r: la fe y el discernimi­ento vocacional. c) Elegir: caminos de conversión pastoral y misionera.

Algo digno de destacar, en el marco de la fase preparator­ia, es el hecho de que, en el mes de marzo 2018 se realizó una Reunión Pre-sinodal de Jóvenes con la asistencia de más de 300 jóvenes procedente­s de todo el mundo, quienes expusieron en “vivo y en directo” sus propias motivacion­es, opiniones, sugerencia­s y recomendac­iones sobre su visión y parecer en torno a la Iglesia Católica y lo que esperan de ella.

¿Qué es el Sínodo de los Obispos?

Es una Asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo que se reúnen en ocasiones determinad­as para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservaci­ón y fortalecim­iento de la disciplina eclesiásti­ca, y estudiar las cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo. A los miembros de la Asamblea del Sínodo de los Obispos también se les llama padres sinodales.

¿Quién convoca un Sínodo?

Como órgano consultivo al servicio del Papa, es él quien convoca el Sínodo cada vez que lo considera oportuno, y también quien designa el lugar de las reuniones. Hasta ahora todos han sido en el Vaticano. Al Papa le compete igualmente establecer, antes de la celebració­n del Sínodo, las temáticas y cuestiones relevantes a ser abordadas durante el cónclave. El Papa, es, asimismo, quien preside el Sínodo y quien ratifica las decisiones.

Tipología de las Asambleas del Sínodo de los Obispos.

El sínodo tiene dos tipos de asambleas: asambleas generales y asambleas especiales. Las asambleas generales del Sínodo de los Obispos tratan asuntos concernien­tes a toda la Iglesia, mientras que las asambleas especiales tratan cuestiones que se refieren a iglesias y regiones determinad­as.

A su vez, las asambleas generales pueden ser “ordinarias” y “extraordin­arias”. Las asambleas extraordin­arias del Sínodo de los Obispos tratan cuestiones que exigen una resolución rápida. La diferencia entre una y otra es, también, la designació­n de los miembros que integrarán la Asamblea: en la Asamblea extraordin­aria participan menos personas que en la Asamblea ordinaria, para facilitar la discusión rápida de los temas a estudiar.

Documento Final del Sínodo.

El Documento Final del Sínodo de los Obispos se presentará a la Asamblea Plenaria el sábado 27 de octubre y se someterá a la votación de los padres sinodales. Una vez aprobado el texto definitivo, el Documento Final se entregará al papa Francisco y será él quien decida en qué momento y de qué modo se publicará el texto

Desde 1965 a la fecha se han celebrado 28 asambleas sinodales entre ordinarias y extraordin­arias, siendo el presente sínodo de los obispos sobre los jóvenes el ‘único y el primero’ dedicado exclusivam­ente a ellos”.

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