Diario El Heraldo

Huesos misterioso­s

-

Cambio. El doctor Goodwin, forense de la Universida­d de Glasgow, Escocia, estaba confundido. “El análisis de ADN mitocondri­al no coincide –dijo–; no tuvo éxito con los restos de Hans Albert Madison”. “Entonces –musitó su ayudante–, estos restos no son de él”. Habían analizado muestras enviadas desde Honduras para confirmar si los huesos hallados en una barranca, en la carretera a Comayagua, eran los de Hans Madison, pero el ADN de los huesos no coincidió con los de su familia.

¿Qué había pasado? ¿Se confundier­on las muestras? O, ¿esos no eran los restos de Hans Albert Madison? Entonces, ¿de quién eran? “El muerto era trigueño” –declaró Armando Amador, uno de los hombres que reconoció el cadáver en la hondonada.

“Y era pelo negro y crespo” –agregó Rufino Andino, su compañero.

“Mi hermano era pelo castaño rubio, de piel blanca” –dijo Martha Madison, hermana de Hans Albert; y Marika, la otra hermana, añadió: “Mi hermano era alto, de 1.76 de estatura, y tenía ojos azules, que a veces cambiaban a verde”. Entonces, si el ADN de los huesos de la barranca no era el de Hans Madison, ¿por qué Ministerio Público aseguró que aquellos eran sus restos? ¿Inventaron este caso? Si fue así, ¿qué intereses oscuros había detrás de todo esto? ¿Engañaron a la madre que enterró los huesos de un hombre trigueño, de ojos café y de pelo negro y crespo creyendo que eran de su hijo, que era blanco, rubio y de ojos azules? ¿Qué tenebroso misterio hay en este caso? “Los huesos del engaño”, un caso impactante que los lectores y lectoras de esta Sección jamás olvidarán.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras