“¡Fuera Nahún!”
Olimpia dio un mal partido ante un buen Juticalpa. Jerry Bengtson y James Cabezas anotaron en dos penales dudosos marcados por Héctor Rodríguez. La afición le gritó a Nahún Espinoza y el DT le mostró el escudo a un hincha
Estadio Nacional Los hinchas del León pidieron la cabeza de su DT tras el 1-1 ante Juticalpa. “Me vienen a gritar personas que no han defendido este León como yo”, dijo Espinoza
La mejor nota del mal concierto fue la silbatina que bajó desde la tribuna blanca y el zipizape de Nahún Espinoza con su fanaticada retrató la pésima cara que mostró un desteñido Olimpia que no mereció más que ese 1-1 ante un Juticalpa que hizo pie firme en el Nacional.
Entre la costumbre juticalpense de hacerle partido al León en la capital (registraba dos triunfos, tres derrotas y un empate) y el cuestionable fútbol del líder invicto se conjugó una batalla que dejó caras largas y muchos cuestionamientos en el entorno merengue.
Y es que si bien no perdió, el Albo no pudo ganar ante el penúltimo de la tabla, mu- cho menos gustó y sí enfadó a su afición. Culpa de un decente Juticalpa y culpa de un mal Olimpia.
West y Menjívar conservan el cero
El equipo de Nahún y el buen fútbol parecen dos acérrimos enemigos. Y ayer lo ratificó. Los Blancos no dejaron buenas sensaciones frente a un equipo que llegó sin su goleador (Ovidio Lanza) y siendo el club más goleado.
El plan Castellón de maniatar al León dio buenos réditos.
Mientras el orgullo de Olancho dejaba descolgado a un James Cabezas que buscaba ganarle las espaldas a Esteban Espíndola y Jonathan Paz, óscar Salas trataba de liderar una idea sin frutos ofensivos. El León no se sentía cómodo y sus oportunidades de gol llegaban como lluvia en verano. La sacada sobre la raya de gol de Hilder Colón antes del cuarto de hora y el mano a mano perdido de Jerry Bengtson ante Woodrow West antes del descanso fueron demasiado poco para un escuadrón que no convence a nadie.
Los Merengues no hacían sentir su localía ni con fútbol ni con gallardía.
Solo con penales se pudo
La mano cambiada de Edrick Menjívar para sacar la bomba del atrevido Kene Ulloa -al 32- agudizaba la falta de brillo de un Albo que dejaba tantas dudas como el árbitro. Héctor Rodríguez pitaba dos penales tan dudosos como determinantes: aparentes infracciones de West a Elmer Güity y de Espíndola sobre Cabezas.
Bengtson acertó desde el manchón para poner el 1-0, al 50, y Cabezas ajustó al vertical derecho el definitivo 1-1 (76), después de que el visitante diera un paso adelante.
El Pampero lo empató, vio temblar su vertical ante un disparo de Lacayo y pudo ganarlo sobre el final ante un rival que plasmó su imagen con un dato elocuente: cobró su primer tiro de esquina al 89. Los gritos se intensificaron desde la grada, Nahún le enseñó el escudo a un enardecido hincha y Olimpia salió amargado... a pesar de compartir la cima con Motagua y con un partido menos... Claro, las formas cuentan en el 30 veces campeón de Honduras...