Manipulación política de la migración
Seis cubanos habían entrado a la embajada de Perú en La Habana pidiendo asilo, el gobierno del país andino no vaciló en proporcionarles lo solicitado, sin importarle que estos ciudadanos habían entrado violentando la sede diplomática y asesinando a su custodio.
El gobierno de Cuba respondió quitándoles la seguridad, en pocos días miles de personas habían ingresado a la sede de la embajada, generando un conflicto entre los gobiernos de la isla caribeña y Perú.
Cuba habilitó el puerto de Mariel para que el que deseara irse del país lo hiciera, proporcionándole permiso de entrada a decenas de embarcaciones procedentes de Estados Unidos para que recogieran a los que se acogían al permiso.
La prensa internacional establece que en esa oleada migratoria llegaron a las costas de Florida cerca de 125 mil personas.
El hecho se presentaba, por parte de las autoridades estadunidenses, como un episodio que reflejaba las “calamidades del régimen comunista de La Habana”.
Posteriormente se firmó un acuerdo migratorio entre ambos gobiernos, donde Estados Unidos se comprometía a otorgar 20 mil visas al año a cubanos que desearan trasladarse a ese país. Al acuerdo no se le ha dado estricto cumplimiento, las autoridades migratorias de la nación del norte prefieren estimular salidas ilegales, con fines políticos.
Mas recientemente, en el caso de los venezolanos que han abandonado su país, el gobierno de Trump ha proporcionado recursos en millones de dólares para asistir a esa población, la ayuda es presentada como un gesto humanitario a
Sorprendentemente, cuando las causas visibles de la migración no tienen que ver con razones de política partidaria e ideológica, sino con razones económicas y sociales, los migrantes son vistos como delincuentes, asesinos y malvivientes”.
personas que huyen del gobierno de Maduro.
Esta posición, la del gobierno de Estados Unidos, es apoyada por quienes en su condición de analistas e investigadores se suman al discurso contra los gobiernos progresistas del continente.
Sorprendentemente, cuando las causas visibles de la migración no tienen que ver con razones de política partidaria e ideológica, sino con razones económicas y sociales, los migrantes son vistos como delincuentes, asesinos y malvivientes.
Eso es lo que estamos observando con la valoración que hace el gobernante de los Estados Unidos, Donald Trump, cuando se refiere a los hondureños que van en caravana con la idea de llegar a los Estados Unidos.
Este caso también esta siendo manipulado políticamente, Trump repite una y otra vez que los responsa- bles son los demócratas al no dar apoyo a las reformas migratorias, en momentos que se aproximan las elecciones para el senado.
Lo que ocurre en esta parte del continente es lo que se ve en Europa con los gobiernos conservadores, aquellos gobernantes lanzan todo tipo de epítetos contra la migración africana que llega a sus fronteras motivados por causas que tienen que ver con guerras internas y externas promovida por las grandes potencias para apoderarse de sus recursos.
Politizar un tema humanitario es una vergüenza y más si se chantajea a nuestras naciones con quitarles la ayuda, otro tanto se puede decir de los políticos locales cuando aprovechan este tema para generar protestas, eso es ver la desgracia humana como la posibilidad de cabalgar hacia el poder colgados del dolor de nuestros hermanos