Más de L 5 millones invierten al año en reponer las tapaderas robadas
Alcantarillado en lo que va del año se han instalado 1,672 nuevas tapaderas de pozos de inspección. Las autoridades del SANAA informaron que el hierro de las cubiertas es hurtado por inadaptados sociales para comercializarlo
Por el mal uso y hurto de las tapaderas de los pozos de inspección (cloacas) se invierten al año un estimado de cinco millones de lempiras para reponerlas.
Esta significativa inversión es realizada por las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).
Según autoridades del ente distribuidor de agua, en la ciudad se sustituyen por lo menos dos mil tapaderas de estas obras al año.
Actualmente el SANAA utiliza tapaderas de concreto que son elaboradas por empleados de la institución y otras de polietileno, un material que soporta mayor peso y se colocan en las vías donde se reporta tráfico de vehículos pesados.
“Las de metal las hemos dejado de colocar porque de nada sirve estar cambiándolas y a los días estas ya no están”, aseguró Jorge Pérez, jefe del Subsistema de Comayagüela del Departamento de Alcantarillado Sanitario del SANAA.
Inversión
El costo de cada tapadera de concreto, junto con su casquete, oscila entre los 1,500 y 1,800 lempiras, mientras que las cubiertas de polietileno tienen un costo de 5,000 lempiras cada una.
Los gastos en el cambio de tapaderas aumentan cuando las cuadrillas del SANAA tienen que cambiar toda la estructura de un sumidero, pues tienen que movilizar maquinaria especializada.
Alrededor de 167 tapaderas mensuales instalan las cuadrillas del SANAA en las aceras y calles de la capital, para evitar que personas y vehículos tengan un accidente.
En lo que va del 2018 se han cambiado 1,672 tapaderas en pozos de inspección y se han reparado 360 casquetes.
Y es que según autoridades del SANAA, la irresponsabilidad de los conductores que aparcan sus vehículos sobre las obras y otros que se aprovechan para robarlas y luego comercializarlas son las causas por las que se tienen que reponer hasta tres veces al año.
A criterio de Carlenton Dávila, exregidor de la comuna capitalina, el material ideal para las tapaderas de las cloacas es el metal, pero debido a la inseguridad y a que el sistema de alcantarillado está colapsado es preferible emplear las de concreto.
Santos Vallejo, un capitalino, consideró que los pozos de inspección que se encuentran sin tapadera representan una amenaza para los peatones y conductores.
Vallejo ha sido testigo de varias personas que han caído dentro de una cloaca