Diario El Heraldo

“A Honduras solo regreso muerto”, le dijo emigrante a su tía

El hondureño Henry Díaz murió fulminado por una bala de goma disparada por un policía mexicano en el momento que intentaban cruzar la frontera

- COMAYAGÜEL­A

“Yo me voy porque aquí (en Honduras) ya no se puede vivir, a Honduras solo regreso muerto”, le dijo Henry Adalid Díaz Reyes a su tía Leticia Reyes, antes de partir a hacer realidad el añorado “sueño americano”.

Pareciera que sus palabras llevaban un tinte profético, aunque en el fondo Henry Adalid lo que quiso expresarle­s es que lucharía con todas sus fuerzas para llegar a Estados Unidos y sacar a su familia adelante.

Fue el miércoles 18 de octubre que de forma inesperada el joven hondureño les hizo saber a sus familiares que se iría para la nación del norte, que era una decisión tomada.

Le aconsejaro­n que no fuera

“Le dijimos no te vayas, él aquí tenía todo, casa, comida, todo; pero le entró la idea de irse, pero él ya era un adulto que podía tomar sus decisiones”, relató a EL HERALDO don Orlando Reyes, tío de Henry Díaz.

Don Orlando contó que “él era el consentido de mi mamá (abuela de Henry), entonces mi mamá me llamó para que yo le diera el dinero del pasaje del bus que va para la frontera con Guatemala; él ya había hablado con ella por teléfono porque ahorita andaba de vacaciones en los Estados Unidos”.

El tío le dio 500 lempiras a Henry para que este fuese a comprar el pasaje del bus

que lo llevaría a la frontera de Agua Caliente, Ocotepeque, la noche del jueves 18 de octubre. Con incertidum­bre por lo que podía pasar, pero con su pequeña maleta cargada de ilusiones se des-

pidió de su familia más cercana, a eso de las 6:30 de la tarde, en la casa donde vivió la mayor parte de su vida, en la colonia 19 de Septiembre de Comayagüel­a. El viaje ya era una realidad.

Iba con cuatro amigos

Pero el viaje no lo haría del todo solo. Cuatro de sus amigos y vecinos de la 19 de Septiembre también emprendier­on el duro camino hacia Estados Unidos.

Además, en la primera caravana que partió de Honduras va la expareja de Henry, con quien procreó un niño que hoy tiene siete años de edad.

“Podría caber la posibilida­d de que él se haya ido al ver que ella iba para allá también, pero de eso no estoy seguro”, argumentó don Rolando Reyes.

El domingo en horas de la tarde, cuando al menos 2,000 hondureños intentaron cruzar la frontera entre México y Guatemala, en medio de la estampida una bala de goma disparada por la Policía mexicana impactó en la cabeza del hondureño.

Henry murió casi de manera instantáne­a en los brazos de sus amigos hondureños, a pesar de los primeros auxilios brindados por los cuerpos de socorro en el lugar.

Sus familiares rápidament­e se enteraron de la noticia por los medios de comunicaci­ón y el dolor se apoderó de la familia.

Ayer, parientes de Henry iniciaron los trámites legales en la Cancillerí­a de la República para poder repatriar su cuerpo lo más pronto posible.

Henry Adalid Díaz Reyes, de 26 años de edad, era un conductor de buses rapiditos y antes de irse de viaje laboró en un camión repartidor de abarroterí­as. Era originario del municipio de Goascorán, Valle, pero desde niño vivía en la capital

 ?? FOTOS: AFP/EL HERALDO ?? (1) Leticia Reyes, tía de Henry Díaz, sostiene en sus manos una imagen del fallecido. (2) Momento en que los hondureños intentaron ingresar a suelo mexicano. (3) Foto en vida de Henry Adalid.
FOTOS: AFP/EL HERALDO (1) Leticia Reyes, tía de Henry Díaz, sostiene en sus manos una imagen del fallecido. (2) Momento en que los hondureños intentaron ingresar a suelo mexicano. (3) Foto en vida de Henry Adalid.

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