TRUMP, VULNERABLE
En los próximos dos años, republicanos conservarán el control de la Cámara Alta, pero los demócratas se han facultado para evitar la reelección de Donald Trump en 2020. La elección dictó nota a la administración Trump
El Partido Republicano del presidente estadounidense Donald Trump perdió el control del Congreso en unas reñidas elecciones de medio término. Los demócratas recuperan la Cámara de Representantes y los republicanos mantienen el Senado. La victoria de la oposición frenaría la agenda de un mandatario confrontativo, divisionista y antiinmigrante.
El próximo 19 de enero de 2019 el presidente Donald Trump seguramente despertará intranquilo, porque la oposición será mayoría en la “Casa” (Cámara Baja).
El Poder Legislativo estadounidense dividió su control anoche tras las elecciones de medio término, dejando al partido del presidente Trump con el control del Senado (Cámara Alta) y al Partido Demócrata con mayoría en la Cámara de Representantes.
¿Cuánto podría cambiar la forma de gobierno del presidente Trump? La administración del magnate deberá prepararse para vivir dos años de bloqueos en la Cámara Baja y hasta la amenaza de destitución (aunque una encuesta previa entre demócratas lo descartó en un 78%), pero sobretodo en crear una estrategia para buscar la reelección de Trump en 2020.
El resultado parece haber dejado al presidente vulnerable ante una oposición que remarcará cada vez sus actos divisionistas y antimigrantes.
Resultados esperados
Los republicanos retuvieron el control del Senado, pues hasta anoche tenían 51 senadores a favor, contra 43 demócratas y un independiente. El propio presidente Trump sabía que el fuerte de su partido era conservar su dominio en la cámara alta, por lo que comenzó a potenciar a sus candidatos haciendo mitines casi a diario.
“Tremeno éxito esta noche, gracias a todos”, escribió Trump anoche en su cuenta de Twitter (@realdonaldtrump) para celebrar la victoria. A pesar del efecto divisivo de Trump entre los votantes, el magnate aprovechó su enorme popularidad en los estados rurales. Mantuvieron escaños en el sur, la región centro-norte y el oeste, y se aseguraron mayoría suficiente para otorgarles el control a los republicanos debido a que el vicepresidente Mike Pence, como presidente del Senado, definiría cualquier empate.
Los republicanos se abrieron paso a la victoria derrotando a los demócratas Joe Donnelly en Indiana y Heidi Heitkamp de Dakota del Norte. También conservaron escaños fuertemente disputados en Texas, en donde el senador Ted Cruz logró derrotar al liberal Beto O’rourke.
Progresistas reviven
Durante los dos últimos años del expresidente Barack Obama y los primeros dos del presidente Trump, los demócratas han sido bloqueados en la Cámara Baja por la mayoría del Grand Old
Party (GOP), pero ahora tendrán dos años para cambiar la historia. Los progresistas obtuvieron los 23 escaños necesarios para tener la mayoría en la Cámara de Representantes, al derrotar a los republicanos en estados clave como Virginia, Florida, Pensilvania y Colorado.
Por otra parte, Nancy Pelosi se perfila como la próxima líder de la Cámara Baja (la que ya presidió en 2007) y anoche reaccionó diciendo que “Estados Unidos ya tuvo suficiente división. Mañana será un nuevo día para la nación”, dijo en California la líder demócrata que además prometió “transparencia, unidad, supervisión y buscar puntos comunes para trabajar con republicanos”, cerró la noche política estadounidense