La nueva FNCCP
El gobierno de la República ha puesto a funcionar la nueva Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), conformada, según han informado, por los mejores elementos activos y de confianza de los cuerpos de seguridad policial y militar del país.
Estos hombres han sido capacitados en el manejo de políticas y sistemas de control de los sistemas carcelarios y el uso de las más modernas herramientas tecnológicas para asegurar la seguridad en los centros de reclusión.
Las autoridades han informado que esta fuerza tiene como propósito “establecer el control en las cárceles; el control de lo que entra y lo que sale; mantener el control sobre las señales de comunicación y el control de los centros de vigilancia de cada uno de los presidios del país”, incluyendo las de máxima seguridad.
Históricamente, los sistemas de seguridad de las cárceles en Honduras han sido fácilmente vulnerados por miembros de los grupos criminales, de maras, pandillas y narcotraficantes, quienes, incluso, manejan desde su interior negocios multimillonarios como el de la extorsión. “Son universidades del mal” ( .... ). Desde su interior se dictan órdenes para secuestros, asesinatos, robos y hasta se definen y controlan los territorios para el tráfico de drogas, muchas veces con la complicidad de sus autoridades o el desinterés de las mismas por hacerle frente a la problemática”, indica un estudio sobre el sistema publicado el año pasado.
La nueva fuerza forma parte del paquete de reformas que impulsa el gobierno de Juan Orlando Hernández en su intento por asumir el control de esas cárceles y fortalecer la seguridad ciudadana.
La inversión en la compra del equipo de alta tecnología ha sido alto y el proceso de selección de los miembros de la nueva fuerza, minucioso. Queda esperar que los resultados sean favorables para el país. Que por fin se retome el control de las cárceles y se sienten las bases de sistemas de manejo de esos centros que tengan como eje principal el respeto de los derechos humanos de los internos, y que no se convierta en un nuevo elefante blanco que venga a contribuir a la ingobernabilidad en el sistema penitenciario