Un llenazo en el Nacional en juego de ida, pero la fiesta la montó el Azul
Los olimpistas fueron mayoría ayer en el Estadio Nacional, aunque no pudieron festejar como querían. El hincha vivió un gran ambiente, música en vivo, guapas bailarinas y, sobre todo, la pasión por su club
Cuando el Nacional se llena gana nuestro fútbol. La gran final volvió a enamorar a los capitalinos que asistieron en masa al coloso capitalino.
Las tribunas se pintaron de blanco, rojo y azul.
Olimpia convocó a toda su hinchada para poder ejercer presión desde las gradas y sin duda, fueron mayoría.
Un sol radiante iluminó la cancha donde se disputó el clásico. Los portones se abrieron desde el mediodía y las personas fueron ingresando después de pasar por estrictos controles de seguridad.
Los valientes motagüenses que se hicieron presentes a la fiesta del local se ubicaron en la cabecera norte del recinto, eran menos, pero bastante ruidosos como para que se notara su presencia.
El clásico se vivió en paz, no hubo incidentes que lamentar y la Policía supo con- trolar a los espectadores dentro y fuera del estadio.
La novedad ayer fue que desde una pantalla gigante en el Nacional los aficionados pudieron seguir la final de la Copa Libertadores.
Antes que rodara la pelota en el partido entre Olimpia y Motagua, los espectadores vieron emocionados el juego que se estaba disputando en Madrid.
25 mil hinchas como aproximado asistieron al juego de ida de la final.
La invitada de honor en la gran final fue la Copa Salva Vida. La orejona recorrió el estadio bien escoltada por dos guapas edecanes.
Hubo un gran ambiente en este juego de ida, pero que al final quienes celebraron fueron los motagüenses con un contundente 2-0.
El domingo, la copa tendrá un nuevo dueño y seguro se pintarán de azul las gradas, pues son home club