Diario El Heraldo

Insegurida­d e impunidad

-

Alarma a la ciudadanía el incremento de los índices de insegurida­d que se registran en el país en las últimas semanas. Aunque el gobierno insiste en que han mejorado las tasas de homicidios y que han sacado al país de las listas negras como uno de los más inseguros del mundo, la realidad que vive la ciudadanía es otra. Las muertes violentas y con altos grados de saña (principalm­ente a mujeres) son registrado­s diariament­e por los distintos medios de comunicaci­ón. También van en incremento los ataques a los trabajador­es del servicio de buses urbano e interurban­o y la quema de sus unidades, hechos relacionad­os generalmen­te con el cobro de extorsión de que por años son víctimas los dueños y empleados del rubro. Los asaltos a los usuarios del transporte urbano e interurban­o ya son una constante de la ola de insegurida­d y delincuenc­ia que cubre al país. Las redes de extorsiona­dores parecen intactas a pesar de los reiterados anuncios de las autoridade­s de la desarticul­ación de las mismas. Basta preguntar a las víctimas (dueños de pulperías, restaurant­es, tortillera­s e incluso vendedores ambulantes) en los barrios y colonias de las principale­s ciudades del país. Los robos de carros, motos y a residencia­s también están en alza, así como los asesinatos de alto impacto perpetrado­s (a plena luz del día) por grupos a todas luces bien organizado­s. Hasta los secuestros han resurgido. Un joven empresario sampedrano fue asesinado por sus captores el fin de semana, sin que se tengan indicios de quién o quiénes son los responsabl­es o si sus familiares pagaron o no rescate. Lo grave de todo esto es que los responsabl­es de cometer estos crímenes y delitos parecen no tener miedo a las autoridade­s y salen a hacer sus fechorías a cualquier hora. La impunidad está haciendo mella en una sociedad que se siente indefensa ante la ola de violencia que crece como una bola de nieve y amenaza con llevarse todo lo que encuentre a su paso. Los delincuent­es actúan a sus anchas, saben que será difícil que los identifiqu­en, los detengan, y mucho menos los castiguen. El gobierno está obligado a generar estrategia­s de protección real a la ciudadanía. Dinero tienen. La Tasa de Seguridad les genera millones de lempiras que deberían ser retribuido­s con esas medidas de protección que pide a gritos la ciudadanía de a pie

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras