Buenos Aires vivió la noche r:s loca y la iesta se salió ee control
La situación se desbordó tras cinco horas de celebración pacífica; pedradas, pelotas de goma y gases lacrimógenos enturbiaron el festejo
Argentina es una fiesta y los hinchas de River siguen gozando como locos la obtención de la Copa Libertadores de América.
El Obelisco, epicentro emblemático de las celebraciones futboleras, estuvo blindado pese a la locura de los seguidores del Millonario. Ni alcohol ni pirotecnia fue permitido en el amplio perímetro de seguridad, tampoco a 500 metros de él. Despliegue y dispositivo policial de máxima alerta. No obstante, no todos respetaron las reglas y la fiesta terminó mal.
Se había hecho todo lo
River se proclamó campeón de la Libertadores tras derrotar por 3-1 (5-3 global) a Boca.
posible para evitar una nueva escena de violencia futbolística en Buenos Aires, hasta jugar la final a un océano de distancia. Durante horas, cinco, pareció que iba a ser posible: un festejo en el Obelisco sin daños mayores. Pero pasada la medianoche, el dispositivo policial que hasta entonces parecía exagerado, tuvo que entrar en acción.
Peleas con la policía
Algunos hinchas de River iniciaron una batalla campal contra todo, y comenzaron a lanzar piedras y botellas a los agentes y a los negocios que seguían abiertos. La celebración terminó: comenzaron las carreras, los gases lacrimógenos, las pelotas de goma. La calzada acabó convertida en una alfombra de vidrios. El gobierno lamentó que una fiesta futbolera terminara con varios detenidos y parte de la propiedad privada destruida.
El Obelisco fue manchado con grafiti por varios simpatizantes de la gallina. Algunos de los mensajes que quedaron grabados en las paredes decían “River campeón de América”, además de algunos insultos para Boca Juniors (el perdedor).
Boca llegó en silencio
Después de la dura derrota ante River en la final de la Libertadores, el plantel de Boca aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en la tarde de este lunes. Y más allá de que viajaron todos en el mismo avión, no se fueron juntos. Primero, una parte del plantel pasó directamente de la pista de aterrizaje al micro y, escoltado por la Policía, partió rumbo a la Bombonera por la Autopista Ricchieri.
Por otra parte, Fernando Gago se fue a realizar los estudios médicos correspondientes luego de la confirmación de su lesión. “Parte médico: rotura de tendón de Aquiles derecho. Fuerza Fernando”, escribió la cuenta oficial de Twitter del club. Y cuando parecía que ya no quedaba nadie, salieron Rossi y Buffarini. “No podemos hablar”, fue lo único que llegó a decir el ex San Lorenzo.
La dirigencia de Boca anunció que tiene decidido abrir las puertas de La Bombonera para que los simpatizantes del Xeneize puedan festejar mañana el Día del Hincha de Boca Juniors