Se extinguió un corazón lleno de nobleza
“Un corazón tan grande como el de él, lleno de nobleza se extinguió en cosa de segundos en pleno vuelo”, expuso con tristeza Nahún Valladares, director ejecutivo de HRN.
Tras las noticia, Valladares manifestó que “estamos consternados con el fallecimiento de José Rafael, porque él iba en busca de seguir manteniendo el espíritu en alto a pesar de los quebrantos de salud, pero el corazón le traicionó”.
Manifestó que así como volaban sus ilusiones, así voló su espíritu y muy cerca del cielo, en el aire.
Recordó que lo conoció desde 1952, cuando ingresó a la HRN, en ese momento la gerente era su madre, doña Rosario Sagastume, después de la muerte de don Rafael padre, en 1951.
José Rafael, como Valladares de llamaba, estudiaba en California, Estados Unidos, y regresó hasta el año de 1957 para hacerse cargo de la gerencia general de HRN.
Recordó que tenía un espíritu increíble y una nobleza extraordinaria. Siempre andaba buscando las causas nobles para ayudar.
Así contribuyó mucho con sor María Rosa con la Sociedad Amigos de los Niños para que se fundara las aldeas de niños.
La campaña empezó precisamente en la televisión y en la radio para que Sor María Rosa no solo pudiera atender a los niños que sacaba de la Penitenciaría Central, sino que también a los niños que eran huérfanos y fue así como se formó la sociedad Amigos de los Niños. “Es de lamentar mucho la muerte de José Rafael, nosotros le tuvimos un gran aprecio”, exclamó