Los combustibles y la canasta básica
Nadie pone en duda que el petróleo es el hidrocarburo de mayor uso en las sociedades industrializadas y en las que no, como la hondureña, imprescindible para la operatividad de la industria, la agricultura y el comercio, así como para el buen funcionamiento de todo tipo de servicios, principalmente el del transporte público. También es sabido que Honduras no es un país productor de petróleo y que eso le obliga a invertir un gran porcentaje de sus presupuestos en la compra de estos combustibles para mantener a flote su economía. Si el precio de esos productos va al alza en el mercado internacional, lógicamente también subirá en Honduras, y ello desencadena una ola de incrementos en todos los productos y servicios que lo tienen como materia prima. Pero si los precios caen en los mercados externos, en Honduras no sucede lo mismo. ¿Por qué?
De la sabiduría popular recogemos el popular dicho: “Lo que en Honduras sube de precio, no baja”. Y así es. La semana anterior, los precios de las gasolinas acumularon su octava rebaja. El principal impacto se registró en las gasolinas, aunque también han bajado los precios del diésel y el gas doméstico (queroseno) y de uso vehicular, pero esas rebajas no se han visto reflejadas, por ejemplo, en los precios de los productos de la canasta básica de alimentos y mucho menos de las tarifas del transporte urbano e interurbano, las que más bien se vieron incrementadas en las últimas semanas. También han subido los precios de las tarifas de la energía eléctrica y parece que se mantendrán al alza.
El gobierno, entre tanto, sigue consolidándose como el más ganancioso con la comercialización de los derivados del petróleo en el mercado interno. Para nadie es desconocido que el país vive una de sus más graves crisis económicas. Que son muchos, millones, los hondureños y hondureñas que viven con ingresos de un dólar, es decir 24 lempiras (quizá más o quizá menos), por día y que demandan de la solidaridad de los que tienen un poco más y que esa solidaridad se refleje en la aplicación de las rebajas a los precios de los productos, principalmente de la canasta básica, cuando en el mercado internacional e interno caigan, como ha sucedido en las últimas semanas