Plan regional de desarrollo
El canciller de México, Marcelo Ebrard, anunció la noche del martes que su país y Estados Unidos “se comprometieron a fortalecer nuestra cooperación bilateral para fomentar el desarrollo económico y aumentar la inversión en el sur de México y en Centroamérica, para crear una zona de prosperidad”.
Un anuncio sin duda importante, justo en los momentos en que miles de centroamericanos, principalmente provenientes de los países del Triángulo Norte centroamericano que conforman Guatemala, El Salvador y Honduras, se encuentran en la frontera sur de Estados Unidos, esperando una chance para cruzar al territorio estadounidense para pedir asilo político y buscar allá las oportunidades de empleo que se les negaron en sus países. “Estamos comprometidos a promover un fuerte crecimiento económico regional, empleos mejor remunerados y mayores oportunidades para nuestros ciudadanos”, apuntó el diplomático mexicano.
Las cifras de inversión que se mencionan son impresionantes.
Estados Unidos otorgará 5,800 millones de dólares (unos 141,404 millones de lempiras, al cambio actual), para el apoyo de reformas institucionales, el desarrollo y el crecimiento económico en el Triángulo Norte de fuentes públicas y privadas. Otros 4,800 millones de dólares se destinarán para el desarrollo en el sur de México.
Los procesos de consolidación del plan se comenzarán a ejecutar en los primeros días de enero de 2019. Estos anuncios devuelven la esperanza a miles de centroamericanos que no cuentan con oportunidades para romper el círculo de la pobreza en que nacieron ellos y sus familias. En el caso de Honduras, son millones de ciudadanos los que sobreviven con ingresos de un dólar, es decir 24.33 lempiras, por día. Indigno. Son situaciones que no se deben seguir permitiendo a estas alturas del siglo XXI. Queda esperar que esos dineros se inviertan realmente en proyectos que vayan directamente a los necesitados, y que no se queden en los bolsillos de esa clase política que llega al poder ofreciéndole a los pobres el cielo, el mar y las estrellas, pero que una vez que ganan se olvidan de ellos, y más bien se dedican a saquear las arcas públicas