Los monigotes más catrines listos para ir a la hoguera
Los “Tños viejos” seru0 que2t4os e0 Coló0, El Ptrtíso, Te9uci9tlpt, JTRCTLT y Pi9uttepeque
Los monigotes más catrines que se confeccionan en Honduras, y que son obra de don Marco Tulio Donaire, ya viajaron a diferentes departamentos del país para despedir el 2018 la medianoche del 31 de diciembre.
Y es que los “años viejos”, como también se les conoce, son los únicos que se visten con traje formal para ir a la hoguera: saco, corbata, chaleco, camisa y pantalón de tela, zapatos, calcetines y sombrero.
Al verlos a primera vista cualquiera se podría confundir y pensar que se trata de personas ancianas bien vestidas, pero en realidad son muñecos hechos con barro en su cabeza y una estructura de madera para el cuerpo.
El arquitecto de estos hermosos monigotes es Marco Tulio Donaire, quien tiene 50 años de hacer estas obras de arte que para él son su pasatiempo desde inicios del año. “Desde los primeros meses del año empiezo a comprar los trajes en las tiendas de ropa de segunda, tiene que ser ropa casi nueva, en buen estado y que combine a la perfección para que se vean bien catrines”, expresó Donaire. Los precios son 800 lempiras los monigotes que están de pie y más de 1,000 lempiras los que están sentados en una silla de madera.
A pesar de que los precios de las prendas de vestir y calzar en las tiendas de segunda incrementaron y el mezcal que utiliza para poner el pelo y la barba lo tuvo que ir a traer a otras ciudades, los precios se mantienen en relación con años anteriores.
Un arte elaborarlos
Donaire trabaja en un pequeño taller de su vivienda ubicado en el barrio La Sabana. Allí lo primero que empieza a hacer es amasar el barro para luego crear el molde de la figura para el rostro del monigote.
Luego espera de dos a tres días para que el molde se seque y luego rellenarlo con papel periódico y en la parte superior aplicarle papel estraza para hacer las arrugas, nariz, boca, orejas y los ojos.
El siguiente paso es elaborar el cuerpo del muñeco usando madera, esponja e hilo. El trabajo concluye con vestir a los muñecos con la creatividad de Marco Tulio y Consuelo Martínez, su esposa. Un muñeco lo puede hacer en un día teniendo todos los materiales a la mano.
Este año hizo 25 monigotes, los cuales ya se habían vendido antes del 24 de diciembre. La mayoría de catrines se comercializaron con clientes de Colón, El Paraíso, Tegucigalpa, Marcala, Sigua- tepeque y en menor cantidad en Comayagua. Al ser quemados, los vecinos pondrán fin a todo lo malo que dejó el año que agoniza en sus comunidades. “Esta vez tuvimos clientes de todas partes. Vinieron desde inicios de diciembre a traer su monigote”, expresó. Donaire dijo que seguirá elaborando los mejores monigotes del país mientras tenga vida y fuerzas