Conmovedor sepelio de niño en la capital
William Durón, de apenas tres años, murió durante un asalto a un bus y sus restos fueron sepultados ayer en medio de reclamos de justicia. La Policía obligada a dar con el paradero del asesino.
“Potozo”, como sus parientes más cercanos le llamaban de cariño, fue despedido ayer de este mundo terrenal, entre el llanto desmedido de su madre y el dolor de quienes le conocieron en sus cortos años de vida.
William Isaac Durón López, de tres años de edad, fue sepultado en el cementerio Santa Anita de la capital, con un sentimiento de pesar por lo ocurrido con el pequeño angelito.
En un ataúd color blanco adornado con corazones rojos y con el nombre de William escrito a un lado del cajón fueron llevados los restos mortales del pequeño hasta dicho cementerio.
A las 11:50 de la mañana el féretro fue bajado para ser depositado en la tumba donde descansará su cuerpo ante la mirada incrédula de los presentes por la inesperada pérdida.
Un niño alegre e inteligente
“Él era un niño alegre, muy hiperactivo e inteligente, él se reía, hacía gracias y era muy sociable en la iglesia”, recordó Esmar Durón, abuelo paterno del menor William Durón.
Con una disimulada sonrisa rememoró que “cuando nosotros le decíamos ¿cómo te llamas vos?, ‘Potozo’, decía él; no, usted se llama William, no, ‘Potozo’, decía él”.
Don Esmar expresó que “obviamente estamos dolidos, consternados con la partida de nuestro bebé, pero nosotros sabemos y tenemos la fe en nuestro Padre Celestial que algún día nos miraremos en el más allá”.
Al sepelio del infante asistieron vecinos de la colonia Iberia, así como amigos de la
3,614 homicidios registró la Secretaría de Seguridad hasta el 26 de diciembre, la mayor parte causados con armas de fuego. El 91.7% de los niños son más vulnerables en el rango de edades de los 12 a los 17 años, según estudios de Unicef.
familia y varios de los amiguitos con los que ya jugaba por las tardes en la citada colonia capitalina, donde residía William Isaac.
El rostro del niño fue visto por última vez por su madre Melany Durón y luego las paladas de tierra dieron el paso para el último adiós terrenal para el infante de tres años.
Producto de la delincuencia
El niño murió la noche del martes en el Hospital Materno Infantil después de recibir un disparo en el abdomen cuando viajaba en un bus de la ruta El Carrizal-la Sosa.
La unidad de transporte la había tomado junto a su madre y sus dos hermanos gemelos, su abuelo y varios de sus primos, a inmediaciones del Hospital San Felipe, luego de llegar del turístico municipio de Valle de Ángeles, donde habían pasado un día de esparcimiento familiar.
Cuando el autobús transitaba por las cercanías del mercado Mama Chepa, en Comayagüela, un hombre en evidente estado de ebriedad y armado con una pistola, se levantó del último asiento, desenfundó un arma de fuego y gritó a los pasajeros: “¡Esto es un asalto!”. Luego empezó a despojar de las pertenencias personales a todos los pasajeros. Muchos de los ocupantes del bus entraron en pánico y en ese momento el delincuente comenzó a disparar hiriendo de gravedad al niño. Más de 48 horas han pasado y las autoridades aún no reportan la captura del autor material de la muerte del menor, aunque dicen que siguen las investigaciones