Un narcotraficante revela abusos del FBI
El colombiono Christion rodríguez testificó que sufrió serios obusos mientros coloboró poro el fbi
A los veintipocos años ya había ganado medio millón de dólares a cambio de blindar las comunicaciones de la familia colombiana de narcotraficantes Cifuentes y del capo mexicano “El Chapo” Guzmán. Pero le costó caro: crisis nerviosas, hospitalizaciones, electroshocks. El colombiano Christian Rodríguez, de 32 años, testigo del gobierno estadounidense en el juicio del exjefe del Cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y su exjefe de comunicaciones, relató el jueves al jurado que sufrió tanto estrés cuando colaboraba con el FBI en 2013 que terminó dos veces en el hospital. Parte del estrés, reveló, se debía a que tenía dos familias paralelas, ambas con hijos, y que una de ellas no estaba al tanto de la existencia de la otra. Rodríguez comenzó a trabajar en la se- guridad de las comunicaciones para los Cifuentes en Colombia en 2008, y a través de ellos conoció al “El Chapo” ese mismo año y comenzó a trabajar para él. “Tenía demasiado estrés sobre mí”, dijo al jurado Rodríguez, que aún toma medicación y sigue una terapia. “Me dieron terapia electroconvulsiva”, añadió, pero dijo que no le afectó su memoria lejana, sino apenas la del día antes y el día después del tratamiento. El exestudiante de ingeniería dijo que se reunió personalmente con “El Chapo” unas 12 veces. Contó que una vez, cuando estaban en las montañas de Sinaloa, el ejército llegó a capturarlos y junto al acusado y a unos 15 de sus hombres debieron escaparse y caminar durante tres días por la sierra. “El Chapo” estaba “muy tranquilo”, dijo, pero él “muy asustado”