MOTAGUA NO LIQUIDA... Y GÜITY NO PERDONA
El Ciclón fue infinitamente superior al León, pero se topó con un grandísimo Donis Escober... y con un gol de otro partido de Güity en el descuento. Preocupante lo del Albo de Manolo: hizo dos tiros en 90 minutos. ¿Le alcanzará?
Con el cuerpo flagelado y sangrando, rengueando de una pierna y con ampollas en las manos, así llegó el Albo al minuto 90+2. Así lo igualó. Así lo hizo sufrir el Azul, demasiado superior ayer en un clásico que tuvo un amo y un esclavo y un empate injusto...
Motagua fue amo y señor de un Olimpia que se autoproclamó esclavo desde que le cedió su posición de protagonista al equipo de la Barbie Vazquez, que esta vez pudo poner la primera piedra de su imperio gracias al buen pie de Walter Martínez, el Colocho que nació en las burocráticas de la capital y que ayer jugó como en el barrio. Gran partido del ex-marathón, el hombre de la pelota al pie, la mejor calle para que circularan libremente las ideas de este Motagua que tuvo que recibir una palmada de Melvin Matamoros (no era penal de Jonathan Paz a Roberto Moreira) para irse arriba en el score.
El paraguayo metió un cañonazo que por poco de- tuvo Donis Escober, el viejo Donis de 38 años que jugaba como un cipote de 20 en su vuelta al fútbol, en “su” clásico. Muerto en vida, Olimpia miraba cómo con el correr de los minutos el Pimpollo iba acrecentando su cuenta en el banco de las salvadas. Empezó calentando con aquella media vuelta a “botepronto” que le sacó a Juan Pablo Montes al 51. Motagua se sentía tan cómodo en
3 gritos suma el paraguayo Roberto Moreira, mejor ariete del Azul.
el campo que el empate olimpista era la última idea que se le cruzaba por la mente. Inmediatamente empezaba a cantar el estadio: “¡Ole, ole, ole!”, cada vez que la pasaba de un lado a otro el Ciclón. Buen partido de Omar Elvir. Elegante lo de Denil Maldonado. Impecable lo de Héctor Castellanos. Violento aquel zapatazo de Kevin López que Donis Escober mandó al tiro de esquina al 65. Y se vino el derechazo rasante que cruzó el Colocho al 70 o un minuto después cuando una dejadez made in Deybi Flores provocó un sablazo de Héctor Castellanos que no fue gol solamente porque los dioses del fútbol no quisieron esta vez que Motagua goleara a su enemigo de toda la vida.
¿Cómo sobrevivió el León?
Todavía nadie sabe lo que pasó en el Nacional. Principalmente los motagüenses no pueden creer lo que vieron sus ojos. Porque cuando Roberto Moreira tenía para liquidar el pleito, desvió de cabeza hacia el 77...
Fue el minuto bisagra del derbi. Resucitó el León del fondo de las tinieblas. Jorge álvarez tuvo amor propio y en muletas guió la revolución olimpista que ni los propios olimpistas saben de dónde vino. Al 79 avisó con un zurdazo suave, pero al ángulo que hizo ensuciar el suéter de Rougier... y en el último suspiro Elmer Güity se vistió de alma en pena y la mandó a guardar con derecha ante la mirada de Marcelo Santos. Hacía la heroica y nadie creía. Como tampoco creía la que Donis Escober salvaba a Moreira a una mano dos minutos después. El clásico se juega hasta el último minuto... contra cualquier moribundo que ande por ahí y sobre todo si viste de color blanco y se apellida León
243 clásicos se han disputado con saldo de 90 ganes de los Blancos, 54 de Motagua y 99 partidos empatados.