MP tras inflado contrato de seguridad de la ENEE
La Fiscalia contra la Corrupcion comenzo de oficlo las pesquisas para determinar las razones por las que un contrato de la ENEE con una empresa de seguridad de un ao a otro paso de 44 millones a 74 millones de lempiras, con las mismas condisiones.
La Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate a la Corrupción Pública (Fetccop) del Ministerio Público (MP) investigará de oficio el otorgamiento de un millonario contrato de vigilancia de parte de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) a favor de una empresa de seguridad privada.
Las diligencias investigativas del ente fiscal se concentrarán en el secuestro de documentos de la estatal eléctrica y la toma de declaraciones a los funcionarios, manifestó a EL HERALDO una fuente institucional del Ministerio Público.
“La Fiscalía contra la Corrupción ya conoce de la denuncia publicada por EL HERALDO y se va a examinar la información para comenzar con las investigaciones”, señaló la fuente.
La finalidad de los funcionarios del Ministerio Público es identificar si en el otorgamiento del contrato hubo algunas irregularidades.
Las investigaciones estarán a cargo de un equipo de la Fetccop y si es necesario se involucrarán otros investigadores de la institución, señaló la fuente.
La Junta Directiva de la ENEE autorizó en el 2015 la contratación de la empresa de seguridad privada CNK para que brindara el servicio de vigilancia a las estaciones, subestaciones, hidroeléctricas y oficinas de la estatal a nivel nacional.
El contrato es el 068/2015, que fue firmado entre el entonces gerente de la ENEE y el representante de la empresa CNK, Kevin Girón.
El documento establece que el convenio fue otorgado mediante la licitación pública número 100-013/2014.
En ese entonces, tanto las autoridades estatales y la empresa oferente establecieron que el contrato sería por 44.4 millones de lempiras por un año.
En el año 2016, las autoridades volvieron a firmar el mismo contrato al mismo precio.
En 2017, el contrato tuvo una rebaja y se firmó por 31 millones de lempiras.
Las autoridades estatales y la empresa CNK coinciden que en ese año el contrato solamente se firmó por cinco meses: del 1 de septiembre de 2017 al 26 de enero de 2018.
Las autoridades de la estatal eléctrica no explican quién estuvo a cargo de la seguridad privada en los primeros meses de 2017.
Este contrato fue firmado entre el actual gerente de la ENEE, Jesús Mejía, y los representantes de la empresa de seguridad.
El convenio fue extendido en 2018, según lo certifica el contrato número 42/2018, firmado también entre Mejía y la misma empresa.
Curiosamente, el contrato de
2018 es más caro en comparación con lo firmado en el 2015 y 2016.
De acuerdo al contrato que se mantiene vigente, pero que finaliza en los primeros días de mayo, la empresa CNK ganó la licitación pública LNP100-018/2018, que fue autorizada por la junta directiva de la ENEE.
El convenio se firmó a un valor de 74.3 millones de lempiras por un año, unos 30 millones más caro que el otorgado en 2015 y 2016.
Los personeros de la empresa CNK manifestaron que el contrato no fue adquirido de forma irregular y que cumple con todos los requisitos de la Ley de Contratación del Estado.
Descartaron que exista un duplicación en los costos del servicio de seguridad que brindan a la ENEE desde hace unos tres años.
Explicaron que el convenio tuvo un incremento en comparación con los años anteriores porque el gobierno de la República, a través de la circular CGG-2847-2016, obligó a los secretarios de Estado, gerentes y directores de instituciones centralizadas y descentralizadas a hacer efectivos los derechos laborales de los empleados de seguridad privada.
Entre los derechos figuran el Seguro Social, el salario mínimo, vacaciones, horas extras, entre otros.
El convenio indica que la empresa de energía sufragará los gastos del servicio de segu- ridad con fondos nacionales que se encuentran en su presupuesto.
“El pago se hará por transferencia bancaria en lempiras a través del Sistema de Administración Financiera (Siafi)”, señala el documento.
En el contrato se establece que son 369 guardias de seguridad se encuentran diseminados por todas las oficinas y subestaciones de la estatal eléctrica en todo el país.
La empresa CNK aseguró que ellos pagan entre 9,000 y 10,000 lempiras a los guardias que mantienen contratados. Además, que cumplen con los derechos laborales de cada uno de los trabajadores.
Con una operación matemática sencilla se puede deducir el costo en salarios que representan los
369 guardias de seguridad.
A cada uno de ellos se les pagan 14 salarios al año, por lo que en total a los 369 celadores se les pagan 5,166 salarios anuales. Si este valor se multiplica por los 9,000 lempiras que, en promedio, se le paga a cada uno de ellos, se obtiene un total de 46.5 millones de lempiras.
Es decir que a la empresa le queda un margen de al menos 28 millones de lempiras.
Otras investigaciones
El Ministerio Público tiene en su mira una serie de presuntos actos irregulares cometidos en distintas administraciones de la ENEE.
Uno de los casos que se encuentran bajo investigación, y que está pronto a culminar es el otorgamiento irregular de un contrato millonario a favor de empresas de construcción relacionada con el cartel de Los Cachiros.
A inicios de este año, agentes de tribunales de la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (Ufecic) secuestraron información en la estatal eléctrica sobre esta presunta irregularidad.
Supuestamente, en el gobierno del expresidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, se favoreció a la empresa Inversiones Rivera Maradiaga (Inrimar), para la construcción de un complejo de viviendas en el proyecto hidroeléctrico denominado Patuca III.
De acuerdo a estimaciones del Consejo Nacional Anticorrupción, en la ejecución del proyecto hubo una sobrevaloración de unos 102 millones de lempiras.
Además, el ente fiscal investiga las presuntas irregularidades en la compra de un sistema informático que realizó la ENEE al consorcio español Indra-sasa.
La compra del software para mejorar el sector energético se realizó hace seis años y tenía un costo de 364 millones de lempiras.
La compra fue realizada con un préstamo otorgado por el Banco Mundial.