Hallan cuerpo de joven que zozobró en Amapala
De acuerdo con los relatos, la lancha viajaba con sobrecarga de pasajeros, a pesar de que las indicaciones eran que llevara menos de lo estipulado por el nivel de la marea. Las investigaciones han iniciado, según las FF AA
A sus 20 años de edad cumplió la ilusión que desde niño quiso hacer realidad. Ver con sus propios ojos la inmensidad del mar era algo que lo cautivaba y no quería esperar más para ese bonito momento.
La oportunidad para el joven capitalino se presentó hace unos días y no podía dejar escapar aquel anhelo que creció desde pequeño en su corazón. Con varios de sus compañeros de trabajo organizaron una excursión, en la que tenían la coyuntura de poder viajar con sus familias.
Viaje
Con el objetivo de aprovechar el día, el bus que los llevaría a las playas de Amapala salió el domingo en horas tempranas de la mañana para disfrutar del sol y la arena. Josué Bernardo Fúnez Hernández era tal vez él más emocionado en ese viaje. El deseo que tuvo desde infante por fin se le cumpliría y qué mejor que junto a su hijo de un año y su compañera de hogar Sarahí Arriola.
Salió de su casa en la colonia Saucique, sector de la Sagastume, a eso de las 5:30 de la mañana, ya que se reunirían en otro lugar para tomar el autobús que los transportaría hasta la zona sur del país.
El viaje desde la capital hasta el poblado de Coyolito se efectuó con normalidad. Dejaron el transporte terrestre para cruzar en lancha a la isla de Amapala, uno de los mayores atractivos turísticos del sur del país.
Luego de disfrutar un día añorado, Josué, su familia y compañeros de labores, decidieron partir y tomar camino hacia Tegucigalpa.
De regreso
Eran las 4:15 de la tarde. Como de costumbre se formó una algarabía por los turistas que intentaban abordar las lanchas para cruzar nuevamente a tierra firme. “Tenemos información que el capitán de puerto le dio la alerta al capitán de la nave sobre tomar las medidas de precaución con respecto a la carga y fue alertado en llevar menos de la capacidad por condiciones meteorológicas adversas”, aseguró el portavoz de las Fuerzas Armadas, capitán de navío José Meza. La lancha con capacidad para 30 personas, dos tripulantes y 28 pasajeros, zarpó del muelle de Amapala, “pero se presume que con más de la cantidad que había recomendado la Marina Mercante, que eran 25 pasajeros”, dijo Meza. En el trayecto hacia Coyolito, el motor de la lancha denominada Jenssie I, conducida por Roger Iván García González, se detuvo. Casi de inmediato la histeria se apoderó de la mayoría de los viajeros, muchos de ellos que no sabían nadar pensaron en lo peor. La embarcación de bajo calado empezó a bambolearse producto de la alta marea y de los movimientos de los asustadizos turistas hasta que esta se inclinó hacia atrás y comenzó a hundirse. Como efecto dominó, todos los ocupantes cayeron al agua, entre ellos varios niños, sin embargo, la mayoría llevaba puesto su chaleco salvavidas. Josué, que no podía nadar, llevaba a su hijo en sus brazos y al caer al agua soportó unos minutos hasta que una lancha que cruzaba por la zona los auxilió. Cuando el joven lanzó a su hijo hacia la otra lancha, al parecer una mujer que también quería subir a la nave accidentalmente le quitó el salvavidas a Josué. El joven empezó a pedir auxilio desesperadamente, pero nadie pudo ayudarlo hasta perderse en la profundidad del Pacífico. Tras casi 15 horas de búsqueda, el cuerpo del capitalino fue encontrado en alta mar, la mañana de ayer en un lugar conocido como Las Pelonas, entre la isla de El Tigre y la isla Zacate Grande, pero sin vida. “Yo te voy a llevar a conocer el mar en Semana Santa, hijo, no vayás que no podés nadar”, fueron las últimas palabras que Santos Fúnez le dijo a su hijo antes del viaje