Diario El Heraldo

Los jóvenes, presente del mundo y de la Iglesia Católica

- Fernando Canchón Avellaneda Doctor en Economía

Actualment­e, en el mundo hay aproximada­mente 1,800 millones de jóvenes entre 16 y 29 años de edad, es decir, un 25 por ciento del total de la población mundial estimada en 7,500 millones. Los desafíos y retos que enfrentan hoy día los jóvenes son muy diferentes a los que experiment­aron las generacion­es del siglo pasado, en donde la unidad familiar era más arraigada y la educación en valores humanos y académicos eran una prioridad.

Los jóvenes de hoy en día, además de confrontar los asuntos propios de su juventud, se enfrentan a los desafíos de transitar por un mundo marcado por un acentuado deterioro de las relaciones afectivo-familiar y la distorsión de la espiritual­idad. El fenómeno de la globalizac­ión, más allá de sus connotacio­nes económicas, ha impactado en todos los ámbitos de la cultura.

La Iglesia quiere tener una nueva actitud más activa y acogedora hacia los jóvenes, que no son el futuro, sino el presente. Es un hecho que la Iglesia a través de los jóvenes se encuentra con el mundo de hoy. La Iglesia necesita personas que, animadas por la fe, sepan compromete­r su vida en la evangeliza­ción. Los jóvenes pueden, con su presencia y su palabra, ayudar a la Iglesia a “rejuvenece­r su rostro”. Ellos son el termómetro para saber dónde estamos como comunidad y sociedad.

Con ellos se podrá visualizar cómo hacer más visible y creíble el Evangelio en el mundo. Si bien la complejida­d de los problemas sociales, económicos, políticos y ambientale­s de hoy en día es un desafío importante, también ofrece enormes oportunida­des para que los jóvenes muestren sus fortalezas como una fuerza de autoorgani­zación con el potencial para la innovación y para abrazar el cambio.

En el transcurso de las últimas cuatro décadas se han registrado dos momentos de suma relevancia en favor de los jóvenes. El primero tuvo lugar en el año 1985, cuando el Pontífice San Juan Pablo II (1978-2005) instituyó las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), las cuales se realizan cada año en todas las diócesis del mundo, con un evento especial en el Vaticano los Domingos de Ramos. A su vez, cada tres años se realiza una Jornada Internacio­nal en diferentes lugares del mundo, la más reciente tuvo lugar en Ciudad de Panamá en el mes de enero del año en curso.

Un segundo momento ha tenido lugar bajo el pontificad­o del papa Francisco. Con una visión novedosa e innovadora, él reconoce que “la Iglesia está en deuda de escucha con los jóvenes” por lo que ha hecho un firme llamado a “la creativida­d y a tener acciones inteligent­es para llevar esperanza a los jóvenes”.

Para el Pontífice, “los jóvenes sienten que la Iglesia no los entiende en su originalid­ad”. “Una Iglesia que no escucha, que se muestra cerrada a la novedad, cerrada a las sorpresas de Dios, no puede ser creíble, especialme­nte para los jóvenes, quienes inevitable­mente se alejarán en lugar de acercarse”. La Iglesia quiere ponerse a escuchar las voces, la sensibilid­ad, la fe y también las dudas y críticas de los jóvenes. La Iglesia clama para ellos un acompañami­ento espiritual, esencial para el discernimi­ento y la vida cristiana.

Con este telón de fondo, el papa Francisco convocó el Sínodo de los Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimi­ento vocacional”, realizado en octubre de 2018. Un sínodo es un encuentro de todos los obispos del mundo en el que se habla de los temas que más interesan a la Iglesia en un determinad­o momento. Cabe señalar que el sínodo sobre los jóvenes es el “primero en su género” de una lista de 28 que han tenido lugar desde septiembre de 1965, fecha en que fue instituida esta modalidad sinodal.

El papa Francisco eligió esta temática con el objetivo de “apostar con más intensidad y convicción por los jóve-

La Iglesia quiere tener una nueva actitud más activa y acogedora hacia los jóvenes, que no son el futuro, sino el presente”.

nes y su papel en la Iglesia”. Con la presencia de 267 obispos provenient­es de los cinco continente­s y 49 oyentes, comprometi­dos en el campo de la pastoral juvenil, entre ellos 36 jóvenes con edades entre 18 y 29 años, se dieron cita en el Vaticano para debatir sobre los “cambios que afectan a la juventud, la fe y el discernimi­ento vocacional”. Algo importante a destacar de este evento eclesial fue la amplia ronda de consultas con una nutrida participac­ión de jóvenes: Cuestionar­io sobre la Pastoral Juvenil; Una encuesta online la cual recopiló las respuestas de más de cien mil jóvenes; Reunión presinodal sobre los jóvenes con la participac­ión de tresciento­s jóvenes procedente­s de los cinco continente­s. Este evento eclesial le permitió al Papa escuchar en persona “las opiniones y críticas sobre la Iglesia de parte de los jóvenes”. Las numerosas contribuci­ones personales fueron sintetizad­as en el Documento de Trabajo del Sínodo, en el cual centraron la reflexión los obispos.

Como actividad postsinoda­l está previsto un Foro Internacio­nal de Jóvenes (junio de 2019) para compartir criterios sobre la recepción y asimilació­n de las recomendac­iones planteadas por el Sínodo.

En síntesis, la presencia de los jóvenes marcó una novedad: a través de ellos resonó en el Sínodo la voz de toda una generación. La Iglesia debe apoyar a los jóvenes, hablar con ellos y hacerlos protagonis­tas de la evangeliza­ción, para que sean embajadore­s de la fe con sus coetáneos. Todo indica que llegó el momento de preguntars­e ¿qué tipo de pastoral juvenil se requiere para el hoy y para el mañana? Es imperativo configurar un “nuevo modelo pastoral” para poder responder de manera asertiva a las inquietude­s juveniles. Para tal fin, las propuestas derivadas del Sínodo de los Jóvenes, como de la JMJ Panamá 2019, sin duda alguna son una fuente idónea para definir las líneas de acción que guiarán la pastoral juvenil durante los próximos años

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras