Las mismas argollas controlan el sector café
Conacafé no ha ejecutado la política cafetalera del país, como lo establece la ley. Los productores exigen reformas y el gobierno reconoce que son necesarias para democratizar
Aunque el sector productor controla el Ihcafé, sus representantes han dejado a un lado los intereses del campo y se han convertido en ricos burócratas que se han eternizado en los cargos. Cuatro organizaciones cafetaleras han pasado a controlar los órganos institucionales del café, pero lo que más hay es ingobernabilidad, falta de transparencia y abusos.
Por las tardes, después de recolectar café, los productores en las montañas escuchan por radio noticias sobre el precio, la roya, las peleas entre dirigentes, la aprobación de decretos o el millonario ingreso de divisas. Aunque poco saben de la situación o en qué les afecta, incluso para muchos todo eso pasa desapercibido.
Sin embargo, en su realidad se refleja la problemática; sienten que su trabajo no rinde, que reciben poco por su café, que les retienen miles de lempiras y que se les impide salir de la pobreza.
Es que más allá de los precios y de la roya, los productores de café enfrentan una problemática estructural, de deficiencias en la formulación, dirección y ejecución de la política cafetalera, según diversos informes de las organizaciones que conforman el sector del café.
A raíz del descontento, los pequeños productores buscan rendición de cuentas de los fondos que les han retenido y transparencia en todas las decisiones que se toman en su nombre.
Hace unas semanas un nutrido grupo de productores se tomaron las instalaciones del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) y la principal petición es que haya una institucionalidad integrada por todos los sectores, una que defina el futuro del rubro.
¿Cómo está conformado?
La gobernanza está concentrada en seis gremiales actualmente, lo que contradice la expresión de que la caficultura es el rubro más democrático en el país.
De acuerdo con informes de la participación de los sectores, los productores tienen el 67%, el gobierno el 17%, los exportadores 8% y el mismo porcentaje los torrefactores. Las gremiales que concentran el poder de decisión son: Asociación Hondureña de Productores de Café (Aprocafeh), Asociación Nacional del Café (Anacafeh), La Central, La Unión de Cooperativas Cafetaleras (Uniocoop), según informes oficiales.
Si bien, los productores aparecen con mayor porcentaje, ellos no se sienten representados por los directivos de las instituciones, según Fredy Pastrana, coordinador del grupo de caficultores que busca rendición de cuentas.
El presidente del Ihcafé, Asterio Reyes, está en su doceava reelección en el cargo, al igual que otros directivos.
A criterio de analistas y productores, es un abuso tomando en cuenta que muchas decisiones que se aprueban afectan directamente al productor y a los demás miembros de la cadena.
Pues es el productor el único que aporta un dólar por cada quintal, equivalente a 24.34 lempiras, para el funcionamiento del Ihcafé.
Solo en la cosecha anterior 2017/2018 ingresaron a las finanzas del Ihcafé 10 millones de dólares, más de 240 millones de lempiras.
¿Qué hace el Conacafé?
En el punto más alto de la pirámide de autoridades del sector caficultor está el Consejo Nacional del Café (Conacafé), que fue creado mediante Decreto 145-2000.
Esta institución, que es presidida por el Presidente de la República, fue creada como “órgano encargado de formular la política cafetalera del país” y asesorar al mandatario en asuntos relacionados con la industria del café.
El objetivo de la ley es que el gobierno debe de consensuar el manejo y regulación de las actividades relativas a la industria con los actores de la cadena, a fin de potenciar y
desarrollar este sector.
No obstante, el organismo no ha establecido la política del café, sino que ha delegado en su totalidad al Ihcafé.
Prácticamente, el Conacafé está inoperable, según indican fuentes consultadas.
Esto genera conflictos y descontento en la masa de productores, ya que urgen mayor supervisión estatal, tanto para conducción del sector como para la auditoría y rendición de cuentas.
También, las instituciones de regulación como la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) y el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) deben auditar los fondos que se manejan de los productores.
También debe haber políticas para temas como el precio, la supervisión en la comercialización, el finan- ciamiento, infraestructura y sistemas de pensiones.
El presidente del Ihcafé, Asterio Reyes, afirma que se rinde cuentas de todo lo que ingresa a la institución.
Respecto a las exigencias y protestas de los productores, Reyes considera que es una campaña en su contra. “Lo que se ha percibido es que se quiere que los que dirigen estos grupos (de protesta) estén dentro de las juntas directivas”, aseveró Reyes.
Lo que proponen
En una reunión de la Mesa Técnica, se presentó un análisis en el cual expertos constitucionalistas explicaron que no es correcto que en la conformación de la directiva del Ihcafé se establezcan nombres de las organizaciones. En su lugar debe especificarse por representantes de cada sector.
Además, que los representantes sean electos en asambleas regionales o mediante firmas. El coordinador de la Mesa Técnica del Café, Ebal Díaz, propuso de forma preliminar que fuesen 20,000 firmas, según informaron los productores.
“Lo que queremos es que el decreto diga el número de representantes de los productores y de igual manera los representantes de los exportadores y torrefactores y no los nombres de las gremiales”, expuso Fredy Pastrana.
Esto significa que deben aprobarse reformas a la ley para volver más democrática la gobernanza en el rubro productivo más importante para Honduras.
Son más de 1,300 millones de dólares que genera el café a la economía por concepto de exportaciones, ubicando al país como el quinto exportador a nivel mundial.
No obstante, los bajos precios internacionales en la presente cosecha han venido a contribuir a la crisis