El Pimpollo lo vuelve a hacer: salva al León de la derrota...
Como ante Motagua, Donis mantuvo con vida a los Leones. El Buba paró una clara y Keosseián se fue conforme con el rendimiento de un equipo que no le gusta a la grada. Los dos jugaron para beneficio del Monstruo Verde
El estadio entero coincidió una vez más: ¡Donis!, ¡Donis!, ¡Donis! Y sin querer volvió a ponerse de acuerdo cuando el clásico se extinguía: ¡Movete, Olimpia, movete... movete, dejá de joder!
Para que al invitado de honor no se le haya permitido entrar al Nacional hubo que verle el suéter a uno de los ídolos del León y, un escalón abajo, a uno de los mejores porteros de la actualidad: Luis el Buba López. Los dos arcos del coloso vibraron en los últimos 30 minutos de un partido demasiado táctico, que tuvo como protagonista al juez Jonfy Vallecillo y que ratificó el mal momento que atraviesa el Rey de Copas, que salió vivo de su casa solamente porque Rony Martínez, Mario Martínez y Jhow Benavídez andaban con el santo de espaldas. También lo pudo ganar el León, el equipo de Manolo Keosseián que sigue sin convencer, pero que tuvo en Júnior Lacayo a su hombre más peligroso. Pero López le quitó la gloria, una vez en la misma raya...
Vibrante final
El segundo tiempo ha desplazado en emociones a un frío período A, en donde los focos se fueron a la figura del árbitro: iniciando no miró una mano de Allans Vargas que era penal para Olimpia y al 32 a punto estuvo de enlodar más su nombre: sancionó penal tras un evidente clavado de Jerry Bengtson, pero el asistente Christian Ramírez le salvó los trastes. Rectificó Vallecillo y mostró amarilla al teatro del Avestruz.
Después de la mano de Pepe Tobías iniciando los segundos 45 minutos (era penal a favor de Olimpia) se vino una hemorragia de emociones en una tarde de rico calor para jugar al fútbol.
España, precavido y firme en defensa, pero cansado de esperar la propuesta de Olimpia, salió de cacería y casi mata. Gran juego de Jorge Claros y menos vistoso esta vez lo de Jorge álvarez en el Albo. Grosero error de Jonathan Paz (¡Otro más!) y el mano a mano de Rony Martínez y Donis Escober terminó con aplausos de la grada olimpista, que volvía a pedir la sudadera “28” como titular sin discusiones. Aunque esta vez el Chino López no era el mismo de siempre, Carlos Restrepo se dio cuenta que podía ganarlo y mandó a toda su carrocería arriba.
Con ángel Tejeda en el campo, otro grosero error de la zaga olimpista (mala salida de Ever Alvarado) provocó un espacio que Mario Martínez pudo aprovechar. Pero el guante derecho de San Donis la mandó al tiro de esquina. Deliraba la grada merengue
con la actuación de su ídolo, que mantenía vivo al León hasta con la mirada (al 68 Benavídez eludió rivales, pero le tuvo miedo al Pimpollo).
Olimpia lucía cansado y así llegaba a la recta final del compromiso. Su gente pedía una mejor actitud desde las tribunas, pero si el Memo Chavasco la tenía de zurda al 46 y Leandro Sosa se apagaba como bombillo viejo en todo el partido, las ideas no aparecían. Ya dijimos que a Jorge álvarez no le cayó una buena asistencia y la entrada de Júnior Lacayo propuso las más claras blancas. Al 65 le estrelló la pelota en el pecho al Buba y al 72 lo que salvó el portero después de una pelota que el ex-marathón se encontró de zurda; en la propia línea de cal salvó el sampedrano, que resolvió bien en el rebote y dejó sin gol a los hinchas olimpistas que comenzaron a saltar pidiendo que su equipo se moviera, que jugara, que apareciera. Pero no resultó. Reyes y Pin- to refrescaron las piernas de un equipo que desbordó tres veces con German Mejía, que arriesga poco, que pide a los árbitros más de lo que se autoexige, pero no fue suficiente. Llegaron balones al área, pero más bien Mario Martínez casi vacuna al 90. Lo dijo Donis Escober: “Con este nivel no vamos a ser campeones”