JORNADA DE CAOS
CRISIS Por órdenes de Nicolás Maduro, militares repelieron con gas lacrimógeno y balas de goma el ingreso de alimentos por Colombia y Brasil. Se reportan dos muertos y 280 heridos. ENFRENTAMIENTOS ENTRE VOLUNTARIOS Y MILITARES PARA INGRESAR ALIMENTOS 23
Venezuela se sumergió ayer en protestas violentas después de que se cumpliera el plazo que Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino, le dio a Nicolás Maduro para permitir el ingreso de ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos. Desde muy temprano, decenas de opositores llegaron a los cuatro puntos fronterizos de Venezuela con Colombia y Brasil para quitar las vallas que colocaron los militares el viernes pasado.
Solo unas horas después, los opositores se enfrentaron con los militares, quienes les dispararon bombas lacrimógenas y balas de goma. Medios internacionales afirmaron que cuatro personas murieron y más de 280 resultaron heridos, según el gobierno de Colombia. Además, decenas de ciudadanos fueron detenidos.
Un menor de 14 años y un adulto fallecieron por impacto de bala en Santa Elena de Uairén, en el estado de Bolívar (sur), limítrofe con Brasil. “Los dos muertos son producto de la represión de militares”, dijo Olnar Ortiz, activista en la zona de la ONG Foro Penal. Autoridades indicaron que dos de las personas habían fallecido en enfrentamientos el viernes.
Caos
Los manifestantes quemaron un bus y dos tanquetas militares. Dos camiones que transportaban la ayuda humanitaria fueron incendiados por grupos partidarios a Maduro en el puente fronterizo Francisco de Paula Santander, que une a las ciudades de Cúcuta (Colombia) y Ureña (Venezuela).
Decenas de voluntarios sacaron bolsas y cajas del camión, en medio de una gran nube de humo, mien-
tras Guaidó se encontraba en Cúcuta coordinando el envío de la ayuda facilitada por Estados Unidos, que desde hace semanas se ha almacenado en ese lugar.
Para lanzar el operativo humanitario, a Guaidó lo acompañaron los presidentes de Colombia, Iván Duque; Chile, Sebastián Piñera, y Paraguay, Mario Abdo, así como el secretario general de la OEA,
Luis Almagro.
Desde el amanecer, en las ciudades de Ureña y San Antonio (ambas en el estado fronterizo de Táchira), manifestantes vestidos de blanco, con pancartas que decían “Ponte del lado correcto de la historia”, habían sido dispersados por militares y policías venezolanos.
Guaidó anunció que el primer contingente de ayuda ya había ingresado por la zona de la frontera con Brasil. Sin embargo, los dos camiones con ayuda humanitaria enviados por Brasil a Venezuela regresaron a la ciudad limítrofe de Pacaraima la tarde de ayer, tras haber permanecido durante el día apostados.
Mientras tanto, Maduro bailaba junto a su esposa en una manifestación paralela a favor del chavismo.
Deserciones
Al menos 23 uniformados venezolanos, incluidos 20 militares, desertaron ayer y llegaron a Colombia, según informó la autoridad migratoria colombiana en medio de una escalada de tensiones por el anunciado ingreso de ayuda esencial a Venezuela. Un balance previo daba cuenta de 13 efectivos de la fuerza pública que decidieron romper con el gobierno de Nicolás Maduro.
Sin embargo, por la tarde la autoridad migratoria dijo que ya “23 miembros de las diferentes Fuerzas Armadas de Venezuela se han acercado a Migración Colombia huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro”.
Cuatro de los uniformados pasaron al lado colombiano por el puente Simón Bolívar, cerrado desde la víspera por decisión de Maduro.
La policía colombiana les dio protección y uno de ellos, que portaba el uniforme de la Guardia Nacional Bolivariana, lloró con las manos en alto tras agradecer haber podido cruzar la frontera.
Migración de Colombia precisó que entre los desertores hay 20 militares y tres policías.
Guaidó, quien es reconocido por 50 países como mandatario interino, ofreció amnistía a los miembros de la fuerza pública que se rebelen al gobierno de Maduro. Las fronteras de Venezuela con Colombia por la región de Táchira y con Brasil fueron cerradas por orden de Maduro, que considera la ayuda como un pretexto para una intervención militar por parte de Estado Unidos, Colombia y Brasil