Alianza Cívica condiciona diálogo en Nicaragua
Las negociaciones buscan poner fin a la crisis, que Daniel Ortega atribuye a “un intento” de golpe de Estado. La propuesta es acabar con meses de protestas hechas por sus detractores
La liberación de los presos políticos es la condición prioritaria para que inicie el diálogo, demandó la Alianza Cívica, luego que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, convocara para el próximo miércoles 27 de febrero el reinicio del diálogo.
Sin embargo, la justicia nicaragüense reprogramó las audiencias que se iban a realizar el viernes a al menos 13 opositores, entre ellos siete dirigentes, que son acusados de “terrorismo” y otros delitos por participar en las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega.
“Será una mesa para consolidar la paz” y “mejorar las condiciones” del país, tras diez meses de la peor crisis política y económica en esta nación centroamericana, había proclamado Ortega.
Nueva ruta
Hablando en un acto oficial por el 85 aniversario del asesinato del patriota nacionalista Augusto C. Sandino, en 1934, Ortega confirmó declaraciones de empresarios en el sentido de que se reanudarán las pláticas entre el gobierno y los opositores que han respaldado las protestas que estallaron el 18 de abril del año pasado.
Sin identificar a sus interlocutores ni a los posibles mediadores en las pláticas,
“Esperamos que esa negociación se inicie el miércoles 27 de febrero y esté cargada de buena voluntad y compromiso” Daniel Ortega Presidente de Nicaragua
Ortega afirmó que desea “abrir una nueva ruta, conversando, intercambiando” e “instalar una mesa y negociar para consolidar la paz, un nuevo camino que mejore las condiciones”.
Advirtió sin embargo que el diálogo “ya no será con esa multitud”, en alusión a la numerosa delegación de la opositora Alianza Cívica que participó en la primera negociación del 16 de mayo al 9 de julio. Agregó que tampoco será transmitido en vivo por radio ni televisión. Las pérdidas económicas superan los $1,600 millones