Diario El Heraldo

¡Damas lavanderas!

Decidia El Ministerio Público no quiere ordenar cateos a las casas de las doñas, mientras que Julián Pacheco solo mira a la banda de “Mito”

- Octavio Carvajal

La íntima de Wilter Blanco que lavó millones del narcotráfi­co es vigilada de cerca por la DEA, al igual que una fiscal que fue su mano derecha para que nunca lo arrestaran en amaño con oficiales de la Policía.

Estados Unidos no quiere soltar prenda con pedidos de extradició­n de varios políticos y empresario­s hondureños, pero de forma silenciosa indaga a varias damas catrachas ligadas al blanqueo de capitales.

Dos de ellas tuvieron especial relación con el cartel de Los Cachiros y con distintos entes donde metieron sus uñas. Señoras del crimen. ¡Lotería!

Antes y después de rendirse el cachiro Devis Leonel Rivera Maradiaga acusado de traficar cocaína al imperio, la DEA husmea, sin ataque certero alguno, a unas matronas con mucho po- der político y bancario que no solo tuvieron “negocios” con esta red criminal, sino también con Wilter Blanco (capturado en Costa Rica) y con Los Valle, acusados de trasegar drogas en el norocciden­te.

Todos

Todo mundo sabe que Devis Leonel confesó ante la jueza Lorna Schofield en Nueva York que su cartel regó billete a políticos y empresario­s locales y, además, que Fabio Lobo –hijo del exgobernan­te Porfirio Lobo Sosa- era uno de sus socios. El Cachiro pringó a cabezas del pasado y del actual régimen, a liberales y a miembros de Libre. No lo nieguen.

La estructura de los Rivera Maradiaga recibió múltiples “propinas” de grandes de la política. Gozó de millonario­s contratos carreteros y de vivienda y posó en sonadas fotos en palacios edificados en Olancho. Un abogado catracho fue capataz de Devis Leonel y de su prole. También escrituró propiedade­s de fraguado de dinero narco a una engreída dama.

La DEA y el Departamen­to del Tesoro estadounid­ense, en efecto, detectaron que la mujer compró un shopping center (pequeño comercio) en un barrio de mediana categoría en Miami por un monto de 4 millones de dólares. Las pesquisas señalan que la doña “lavó” al menos 12 millones de dólares adquiriend­o varios inmuebles en tierra de Donald Trump.

Piñata tras piñata. Entes anticorrup­ción idean que saqueó 400 millones de lempiras solo a una oficina pública. ¡Lotería a lomos de los haraposos! Parte de este dinero fue a parar a tres ONG, otro cacho reposa en Estados Unidos y en diversos edificios de lujo en varias ciudades del país. Por eso acabó en nicho el pobre Julito. ¿Y la Fiscalía? Muy bien, gracias.

Helado

La matrona, muy polar, amante de los helados- tiene infinidad de peculios. El Ministerio Público no quiere ordenar cateos en cachimbo de lugares donde edificó casas que sirven de fachada para caletas repletas de dinero robado y lavado, en lempiras y en dólares.

Guardias

A su abogado nadie lo captura. Julián Pacheco Tinoco solo mira la banda de “Mito Padilla” dejando por fuera las pandillas de mujeres y hombres de la política que están hasta el gorro en sendos informes de la DEA. Otra de las chicas salpicadas por el crimen organizado reside en el atlántico. Era incondicio­nal de Los Cachiros y de Wilter Blanco.

Así pinta la lavandería de capitales del narcotráfi­co en Honduras por parte de comadres protegidas de políticos mafiosos que hablan de decoro y están marcados por un chorro de delitos. Es fácil identifica­rlos, gritan todos los días. Prohibido olvidar

El Cachiro pringó a cabezas del pasado y del actual régimen. Entes anticorrup­ción idean que saqueó 400 millones de lempiras.

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LAVADORAS A refinadas damas catrachas se les sigue el paso por blanqueo de capitales.

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