Trump condena el supremacismo blanco
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó ayer la ideología racista del supremacismo blanco, sospechosa de causar uno de los dos tiroteos masivos que enlutan al país, pero evitó hablar de las armas de fuego y de las acusaciones sobre su retórica incendiaria.
Dos masacres el fin de semana perpetradas por atacantes blancos en El Paso (Texas), en la frontera sur del país, y en Dayton (Ohio), en el noreste, dejaron 31 muertos y unos 50 heridos, según el último balance oficial. Autoridades de México dijeron que ocho de las víctimas son mexicanas.
En un mensaje televisado a la nación desde la Casa Blanca, Trump describió los tiroteos como un “crimen contra toda la humanidad” y ofreció sus condolencias a México por los fallecidos en El Paso.
“Nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y la supremacía blanca. (...) El odio no tiene lugar en Estados Unidos”, dijo.
Sin embargo, no aludió a las críticas de sus adversarios, que lo acusan de alimentar las tensiones del país con su permanente discurso tildado de racista.
Las masacres del sábado en una tienda en El Paso, que dejó 22 muertos, y del domingo en un bar en Dayton, que se cobró nueve vidas, se convirtieron en los tiroteos masivos número 250 y 251 de 2019 en el país, según la ONG Gun Violence Archive, que los cataloga así cuando hay al menos cuatro víctimas, ya sean heridos o muertos.
Trump dijo, además, que los culpables de matanzas deberían enfrentar la pena de muerte