Enemistades serían el móvil del asesinato de primos en Juticalpa
El doble crimen ocurrió a unos metros de la casa de los dos parientes, cuando se dirigían a una fiesta en la AGAO
Acribillados a disparos en una zona oscura y solitaria de la ciudad de Juticalpa fueron encontrados dos hombres la noche del sábado.
Los dos fallecidos eran primos y respondían a los nombres de Mario Francisco Cerea Antúnez, de 40 años de edad y Walter Javier Lanza Maradiaga, de 36 años.
Los cuerpos fueron encontrados alrededor de las 9:00 de la noche, cerca del muro perimetral de una casa en la calle principal de la colonia Miguel Barahona, a tan solo unos metros de donde residían.
Los pobladores llamaron a la Policía Nacional para reportar un fuerte tiroteo ocurrido en la colonia en mención; al llegar a verificar si la denuncia era cierta se encontraron con los dos hombres muertos.
Posibles enemistades
Los parientes entre sí eran oriundos de la aldea El Tigre, en el valle de Lepaguare, jurisdicción de Juticalpa, pero desde hace un tiempo residían en la colonia Miguel Barahona.
Los primos habían estado departiendo desde temprano y a eso de las 8:50 de la noche salieron de la casa con rumbo a una fiesta que había en la
Asociación de Ganaderos y Agricultores de Olancho (AGAO). A los pocos minutos sólo escucharon las ráfagas de disparos y ellos ya estaban muertos.
“Ellos se dedicaban a trabajar la tierra, aquí ya no se puede vivir ni trabajar”, expresó don José Ángel Cerea Lanza, padre de Mario Francisco.
El adulto mayor contó que su vástago era padre de siete hijos, algunos de ellos menores de edad y que quedan desamparados al no tener a su papá. Las investigaciones preliminares sobre el doble crimen detallan que las muertes podrían deberse a enemistades personales que los ahora occisos tenían con pobladores de la zona. Los restos mortales de los primos fueron reclamados la tarde de ayer en Medicina Forense, en la capital