“HAY QUE CONTROLAR LA EUFORIA”
El uruguayo pide prudencia al hablar de este grupo que lideró en los Panamericanos. Cuenta imperdibles anécdotas sobre José García y Darixon Vuelto
La cabeza de Fabián Coito sigue dando vueltas como un trompo; “no he dormido nada”, asegura el cerebro de la medalla de plata en fútbol en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 que, tras regresar al país, de inmediato se puso a arreglar su apartamento y “mirar algunos partidos de la fecha tres”.
Eso es lo que reveló en el programa “La noche del gol” de TVC, en donde charló más ampliamente de lo que le ha dejado el papel de la H en la justa ecuménica (perdió la final ante Argentina, pero eliminó a los favoritos mexicanos en la previa).
- ¿Está de acuerdo en que se le llame generación de oro a esta Selección, profesor Coito? - Está bien, pero no debe confiarse y debe seguir trabajando... ahora estos muchachos deben confirmar en sus clubes este buen momento.
- ¿Habrá varios llamados a la Mayor de esta Sub 23?
- En la Mayor igual hay jugadores que están en un buen nivel, que son serios, maduros y tienen cosas para darle a nuestro fútbol... tampoco es envolvernos de euforia con esta medalla y creer que estos jugadores ya son la salvación del fútbol de nuestra Selección.
En lo más íntimo
La Bicolor de Fabián Coito comenzó ganando confianza al eliminar a Nicaragua (camino a Tokio 2020, “en definitiva el torneo que más importa”, dice el entrenador) y en los Juegos Panamericanos siempre empezó perdiendo: le dio la voltereta a Jamaica, le empató a Perú, cayó con Uruguay, derrotó a México y no pudo con Argentina en la pelea por el oro. “Pudimos haberlo ganado, hicimos 60 minutos muy buenos, pero al final nos faltó roce, picardía, más experiencia; debemos ser mejores defensivamente y más efectivos adelante: antes del 2 a 1 tenemos tres chances de gol que alguna debimos concretar”.
- ¿Con qué se queda de esta experiencia en Lima, profesor? - La capacidad de recuperación, me gustó la manifestación de carácter y personalidad ante Perú y todo el estadio en contra... me gusta cómo ha jugado esta Selección Nacional.
- Pocos creían en esta H, ¿no? - No era que la gente no creyera, pero había cierta incertidumbre respecto a los rivales contra los que íbamos a jugar y en una área en la que la H no compite, con equipos de la Conmebol.
- ¿Qué rescata de este torneo como seleccionador nacional?
- Estamos muy contentos de la convivencia que se tuvo con los jóvenes futbolistas, de ir viendo las respuestas a esas cosas que dejan los partidos: la euforia, la tristeza, la bronca, la recuperación, el dolor... eso es muy lindo, nos gusta a los entrenadores: estar con los jugadores por tiempos prolongados.
Enseguida Fabián Coito empezó a personalizar sus comentarios y contar algunas anécdotas. Por ejemplo cuando le preguntaron por José García, de flojo inicio y de un cierre determinante: “Creció mucho, tuvo dos muy buenos partidos en el cierre y recuerdo que antes de la activación previo a la final salió chupando una paletita de dulce y le dije: “José, me gustaría que el ‘9’ de Argentina en vez de verte con una paletita te viera con un cuchillo en la boca... ja, ja, ja... y me dijo ‘tranquilo, profe, todo bien’”. Tuvo un gran partido.
Y finalmente decidió contar más detalles sobre su relación con Darixon Vuelto, uno de los mejores delanteros del equipo nacional que volvió después de ser marginado en la serie ante Nicaragua. “Antes de esos juegos le vi una actitud que no me gustó y me pareció que no sería malo alejarlo un poco para que él dijera ‘¿qué pasó acá?’... La idea era tocar un poco sus fibras ya que desde que vine lo vi con muy buenas condiciones, pero que a lo largo del partido se iba apagando. Con Hernán Medford hablamos mucho de Darixon Vuelto y me sorprendió para bien después de eso. Hablé con Douglas Martínez también, que es muy buen amigo de él y Darixon tuvo un cambio muy bueno, un gran campeonato”.
La cara de Fabián Coito lo dice todo: está cansado, pero feliz. “Hay que controlar la euforia”, advierte. “Me voy a quedar contento si a estos chicos los veo jugar en sus clubes”, subraya. La misión está clara. ¿Qué dirán los jugadores?