“Mamá, voy a trabajar y voy a comprar una casa gigante...”
Larissa Amador, de 16 años, estuvo interna cinco días en el Hospital de Especialidades del IHSS y ayer en la madrugada falleció a causa de las severas complicaciones del dengue grave
Honduras perdió ayer una futura microbióloga y una creativa arquitecta con muchos sueños por cumplir y deseos de salir adelante por sus méritos.
El mortal zancudo Aedes aegypti truncó su vida, su progreso y sus anhelos por cumplir sus metas trazadas.
El Aedes aegypti sigue enlutando a las familias hondureñas y quien crea que el dengue es un juego está en alto riesgo de perder la vida.
Ayer, a las 3:30 AM, el noble corazón de Larissa Amador, que estaba fallando por dengue grave, dejó de latir y se despidió de este mundo. La bella joven de 16 años no soportó las severas complicaciones que produjo en su organismo la enfermedad viral. Ella estuvo hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica (UCIP) del Hospital de Especialidades del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
“Lari”, como le decían de cariño sus familiares y amigos, comenzó con un cuadro de fiebre alta el pasado miércoles.
La mamá de la joven, Karen Amador, la llevó de emergencia al IHSS, la atendieron, pero la despacharon para la casa con la recomendación de tomar acetaminofén.
El viernes se puso mal de nuevo y el sábado la llevaron al centro de salud Alonso Suazo, donde en vista que la joven presentaba signos de alarma la remitieron de inmediato al IHSS, donde estuvo cinco días interna hasta ayer en la madrugada. En todo ese tiempo, la mamá estuvo junto a ella y no durmió para estar pendiente de la joven.
El martes por la noche, horas antes que “Lari” falleciera, los demás familiares convencieron a la señora de que fuera a la casa de una prima a descansar porque estaba agotada.
Ella se negó, pero al final aceptó y otra prima se quedó cuidando a la muchacha. Esas pocas horas de descanso fueron interrumpidas por una llamada telefónica a las 4:00 AM. La prima de Karen recibió la fatídica noticia, pero no tuvo el valor de dársela, le dijo que tenían que ir al hospital porque ocupaban unos exámenes clínicos para Larissa.
Al llegar al Seguro Social, la otra prima que estaba cuidando a Larissa tuvo que darle la triste noticia. En ese momento, la mamá se descontroló y como padece de la presión arterial se desmayó, tuvo que ser atendida en la emergencia del IHSS, al igual que la abuela de la joven por el impacto.
Ella es madre soltera y “Lari” era su única hija, su consentida y razón de luchar a diario.
Ellos son procedentes de la colonia Villa Unión de la capital.
¿Quién era Larissa?
Larissa era una estudiante de décimo año del Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae), ubicado en el centro de la capital, solo le faltaba un año para graduarse e ir a la universidad.
En unos días se iba a realizar la elección de la Novia del Intae
y ella iba a concursar.
“Era una niña súper inteligente, educada, estudiosa, con excelencia académica, muy bonita, lastimosamente sufrió esa enfermedad, no sé si fue en el colegio, en la casa o en la calle, no sé donde adquirió eso”, declaró en llanto Karen Amador a EL HERALDO.
La señora recordó que en reiteradas ocasiones Larissa le decía: “Mamá, yo me voy a graduar, voy a trabajar y voy a comprar una casa gigante para las dos, yo misma la voy a diseñar”. También le decía que la iba a llevar a viajar por muchos países del mundo. Ella tenía talento para dibujar y maquillar a sus familiares y amigas. Asimismo, cuidaba a sus abuelos con mucho amor.
Los médicos del IHSS aseguraron que hicieron todo lo posible por salvarle la vida, pero su organismo no resistió