De “basura a porquerías”: Trump desata su furia por impeachment
Amenazas El mandatario estadounidense ha intensificado su reacción desde que sus opositores demócratas iniciaron la investigación de juicio político en su contra, que él tilda como “golpe de Estado”
Bajo amenaza de juicio político, el presidente estadounidense, Donald Trump, desató ayer su furia contra Joe Biden, su posible rival en las elecciones de 2020, contra los medios de comunicación que describió como “corruptos” y contra legisladores a los que acusó de “traición”. Muy agresivo, Trump ha eludido en gran medida responder sobre el caso, que eventualmente podría terminar en su destitución: un presunto pedido, hecho por teléfono, al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para investigar al exvicepresidente Biden y a su hijo, Hunter.
“Fue una conversación magnífica”, subrayó Trump sobre el diálogo mantenido semanas atrás, al ser preguntado sobre el tema en una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca. “Respeto mucho a los denunciantes, pero solo cuando son reales”, agregó, refiriéndose a la persona, cuya identidad sigue siendo un misterio, que dio origen a la investigación lanzada por la Cámara de Relongue presentantes el 24 de septiembre que podría dar luz a un procedimiento de destitución.
Basura y porquerías
Tras haber señalado que “los demócratas deliberadamente arruinaban todo con “la basura de la Caza de Brujas” el pasado 24 de septiembre, ayer el mandatario insistió con su ataque: “Los demócratas que no hacen nada deberían centrarse en la construcción de nuestro país, no en perder el tiempo y la energía de todos en PORQUERÍAS”. También arremetió contra su rival al señalar que “Biden y su hijo son unos verdaderos delincuentes”.
Pese a su reacción, decididos a mantener la presión, los demócratas del Congreso amenazaron ayer con obligar a la Casa Blanca a proporcionarles los documentos que exigen. Los legisladores dijeron que enviarán formalmente una orden al Ejecutivo para entregar estos documentos el viernes, si no cumple voluntariamente.
“No estamos bromeando aquí, no queremos que se produrante meses y meses, ya que esta parece ser la estrategia del gobierno”, advirtió Adam Schiff, que preside el poderoso Comité de Inteligencia de la cámara baja.
Twitter, su campo de batalla
En respuesta, Trump aumentó el tono de sus diatribas, luego de citar el domingo a un pastor bautista que habló de los riesgos de la “guerra civil”, de sugerir el lunes que Schiff sea arrestado por “traición” y de denunciar el martes un “golpe de Estado” orquestado en su contra.
El procedimiento del ‘impeachment’, raro en la historia de Estados Unidos, sacude la campaña electoral para las presidenciales de noviembre de 2020, en las que Trump intentará obtener un segundo mandato. Por ahora, el círculo cercano del presidente parece decidido a hacer tiempo: tanto su jefe de la diplomacia, Mike Pompeo, como su abogado personal, Rudy Giuliani, ambos en el centro del escándalo, han rechazado las fechas límite que están tratando de imponerles los demócratas del Congreso.
Pompeo admite participación
Considerado uno de los miembros más influyentes del gobierno de Trump, Pompeo fue una de las personas que escuchó la llamada con Zelenski.
Preguntado sobre el tema en Roma, el secretario de Estado, que fue objeto de una citación formal de tres comités del Congreso para que se entregaran los documentos necesarios para su investigación, fue evasivo. “Por supuesto, cumpliremos nuestro deber constitucional (...) pero lo haremos en coherencia con los valores fundamentales del sistema estadounidense”, respondió.
“No toleraremos que individuos en el Capitolio intimiden a funcionarios del Departamento de Estado”, agregó. Los legisladores demócratas ya fijaron fechas para escuchar a cinco diplomáticos de alto rango que brinden información sobre el escándalo ucraniano