Bolivia vivió una jornada tranquila de elecciones
Los analistas políticos dijeron que estos comicios pueden dar la sorpresa a pesar de su caída en las preferencias de los habitantes
Al caer la tarde, La Paz se sentó a esperar. En las calles circulaban pocos coches; en las casillas ya cerradas. La jornada del domingo se desarrolló con tranquilidad. En ésta, el presidente Evo Morales puso a prueba su futuro político con la popularidad mermada tras casi 14 años en el poder. El mandatario de 59 años aspira a su cuarto mandato consecutivo al frente del partido Movimiento al Socialismo (MAS), pero llega desgastado por escándalos de corrupción y por haber desconocido el resultado de un referendo en 2016 en el que el público rechazó que volviera a buscar la reelección.
“Estas son unas elecciones muy mediocres porque no te sientes contento con esta elección, que no es justa. No vas a votar por un candidato vas a votar para sacarlo o mantenerlo. Vas por la democracia no por los candidatos”, dijo a The Associated Press Marisol Nogales, una universitaria de 21 años que poco después del cierre de casillas se dirigía a esperar los resultados desde casa. “Yo he votado por el menos peor: Carlos Mesa”.
Morales se declaró “optimista” al votar en la región cocalera del Chapare, su bastión en el centro de Bolivia. Los analistas dijeron que puede dar la sorpresa a pesar de su caída en las preferencias de los habitantes. Tras el cierre de las urnas, el mandatario volvió a La Paz y junto con sus ministros esperaba resultados en su residencia oficial. Su rival más cercano, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), de la alianza centrista Comunidad Ciudadana (CC), se declaró escéptico sobre la imparcialidad del Tribunal Supremo Electoral. “No confío en la transparencia del proceso. Lamentablemente nuestra desconfianza es alta”, declaró a los medios tras sufragar.
Las primeras casillas cerraron a las cuatro de la tarde luego de ocho horas de estar abiertas, según ordena la normativa electoral. “He visto una Bolivia que ha asistido a votar masivamente en una jornada tranquila. También he visto una Bolivia divida y muy tensa. Dividida porque están los que apoyan a Evo Morales y los que quieren que se vaya, y tensa porque la gente está cuidando su voto ante una desconfianza de que haya fraude con un organismo electoral cuestionado”, dijo a la AP Paul Antonio Coca, experto en temas electorales. La marcada polarización en torno a la figura de Morales podía percibirse en las mesas de votación, lo que ha puesto en el centro de atención al Tribunal Electoral