Diario El Heraldo

Más de mil cuerpos olvidados en la morgue en la última década

Mausoleos y la fosa común del cementerio humanitari­o Jardines de Los Ángeles se convierten cada año en la última morada de cientos de hondureños que terminan abandonado­s

- Rommel Roque El Heraldo rommel.roque@elheraldo.hn

Las serenatas, poemas y adornos florales no llegarán a todas las tumbas; en vísperas del Día de Difuntos, los cuerpos que son olvidados en el Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses jamás tendrán las muestras de afecto de los que en vida fueron sus familiares, amigos o conocidos.

Mientras la ciencia magistral congela el cuerpo y mente de los que yacen abandonado­s en el cuarto frío de la morgue capitalina, la esperanza de un mejor día es imposible para los que una vez fueron alguien.

Abandonado­s

Escudriñan­do los datos del centro algunos “afortunado­s” pudieron ser identifica­dos, a otros su nombre se les reemplazó y son parte del papeleo, un código da fe de su ingreso.

Los conocidos o desconocid­os tienen algo en común, moran a la espera de sus parientes para ser inhumados y completar el terrenal ritual que marca el final del ciclo de la vida: ser sepultado con dignidad.

Los empleados de la morgue capitalina explican que la ley da un plazo de entre siete a diez días de espera para retirar los cuerpos, sin embargo, en el lugar la estadía se prolonga hasta por tres meses.

Aún con la extensión, cientos son abandonado­s; el desconocim­iento, la falta de recursos o simplement­e la indiferenc­ia genera entierros masivos cada año.

Para agilizar la entrega de los cadáveres, Medicina Forense hace de conocimien­to público a través de los medios de comunicaci­ón las identidade­s de las personas; aunque realizan múltiples llamados, no todos los cuerpos son retirados y terminan abandonado­s.

En ese caso, según la ley, pueden ser enviados a la Facultad de Medicina para ser estudiados, sin embargo, los cuerpos son enterrados.

Cementerio humanitari­o

Antes del 2016, los cuerpos eran enterrados en una fosa común, sin embargo eso cambió.

Gracias al trabajo mancomunad­o entre la Cruz Roja Internacio­nal, la Alcaldía Municipal y el Ministerio Público, el cementerio humanitari­o Jardines de Los Ángeles, edificado en el kilómetro 14 de la carretera que conduce hacia el departamen­to de Olancho, entró en vigencia.

En el lugar, 300 nichos sirven de morada durante dos años a los olvidados, estos posteriorm­ente son trasladado­s a una fosa común.

Apilados uno sobre otro, son expulsados acompañado­s únicamente por los encargados de abrir el hueco en la tierra, mientras el patólogo y odontólogo forense certifican el entierro.

En la realidad, el camposanto en la periferia de Comayagüel­a se convierte en la última morada de cuerpos provenient­es de

Olancho, Choluteca, Valle, Comayagua y El Paraíso.

Reclamo del cuerpo

Para retirar un cuerpo de la morgue se necesita la identidad original del fallecido y la del familiar que lo reclama.

En caso de ser la esposa o compañera de hogar del occiso, deben presentar copia del acta de matrimonio o copias de la partida de nacimiento de los hijos que tuvieron en común.

Asimismo se necesitan dos testigos con su respectiva identidad, fotocopia más el féretro con una sábana

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FOTOS: EL HERALDO 1
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(1) Los nichos albergan los cuerpos por dos años antes de enterrarlo­s en la fosa común. (2) La morgue, la primera morada de los olvidados. 2

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