Las reformas en el sector eléctrico son clave para un crecimiento inclusivo
El jefe de misión del FMI reitera que es necesario cumplir con los cambios en el tema de energía. Advierte del desafío para reducir pérdidas, dividir la ENEE y alcanzar acuerdo con los generadores
El jefe de misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Honduras, Esteban Vesperoni, aborda en exclusiva para EL HERALDO los retos de la economía hondureña y otros temas de interés nacional.
¿Cómo califica los últimos informes macroeconómicos que el Gabinete Económico presentó al FMI?
Los indicadores macroeconómicos de Honduras siguen siendo sólidos, con un manejo prudente de la política fiscal en línea con la Ley de Responsabilidad Fiscal, una inflación cercana al punto medio del rango de tolerancia del Banco Central, y un nivel de reservas internacionales que protege contra potenciales choques externos. Al igual que el resto de la región, Honduras está experimentando una moderación del crecimiento económico.
Tras la visita del FMI, el sector privado y sociedad civil manifestaron que la evaluación realizada por su misión contrasta con la realidad que vive el país y que es optimista. ¿Qué opinión tiene sobre ello? No es optimista, está basado en la evolución de la actividad económica. No tenemos conocimiento de estimaciones para el crecimiento en 2019 que difieran de la tasa cercana al 3% que publica el Banco Central, que está en línea con nuestra propia percepción. Ciertamente está por debajo del crecimiento potencial de Honduras, pero es cierto que es superior al promedio de América Central.
¿Qué recomienda el FMI para mejorar las condiciones de pobreza y la desigualdad? El problema del crecimiento y la desigualdad, tanto en Honduras como en el resto de América Latina, es de larga data. El programa económico apoyado por el FMI tiene elementos que contribuirían a resolver estos temas paulatinamente, pero no hay fórmulas mágicas que lo hagan de la noche a la mañana, requiere perseverancia y la contribución de todos los sectores. Un primer elemento son las políticas macroeconómicas prudentes, un segundo las reformas estructurales en el sector eléctrico. Por último, el programa incluye medidas para reducir la pobreza y la desigualdad, como la protección del gasto social y el reforzamiento de programas de apoyo a la mujer.
¿Cree que hay avances en las reformas estructurales planteadas por el gobierno? Sí. En el sector eléctrico se ha implementado la fase inicial del plan, centrada en fortalecer el marco institucional. Se ha reforzado la agencia reguladora (CREE). Se ha creado un nuevo centro de despacho independiente (ODS), que sienta las bases para el funcionamiento de un mercado abierto y competitivo. También ha habido esfuerzos de la nueva administración de la ENEE y la Secretaría de Finanzas y se ha creado una fuerza de tarea para atacar el robo de electricidad que lastra las finanzas de la empresa.
En otras áreas, el programa del gobierno ha dado pasos para transparentar el gasto y los riesgos fiscales.
¿Qué representa la crisis financiera de la ENEE?
El déficit de ENEE ocupa recursos que deberían ser dedicados a inversiones en infraestructura y gasto social. Estos últimos son los que tienen una mayor incidencia no solamente sobre el crecimiento actual de la economía dado su efecto multiplicador sobre la demanda, sino sobre el crecimiento futuro al alimentar el potencial productivo de la economía desde el lado de la oferta. Las reformas para obtener un sector eléctrico que provea energía a costos competitivos es un elemento clave de las reformas para alcanzar un crecimiento económico más elevado e inclusivo, de manera sostenida.
¿Qué recomendaciones realizó el FMI al gobierno en el tema energético?
Completar las citadas reformas institucionales será esencial para lograr un sector eléctrico abierto, competitivo y transparente, y una posición financiera sostenible en la ENEE. El plan incluye también la escisión de la ENEE, un manejo activo de los pasivos financieros, la negociación con la operadora de la distribución de energía y gestora del plan de reducción de pérdidas de EEH y la búsqueda de acuerdos con los generadores para un sistema de generación competitivo.
¿Analizaron el tema de corrupción y estabilidad política en Honduras? ¿Cuáles son las conclusiones?
La estabilidad política y la fortaleza de las instituciones son fundamentales para tener un entorno favorable para la inversión privada y la ejecución de un gasto público de calidad. Las autoridades han avanzado en el desarrollo de una hoja de ruta para mejorar la gobernanza y el clima de negocios.
¿Prevé que el gobierno culmine con éxito el acuerdo vigente y qué significaría para el país?
Nosotros vemos un compromiso importante con las medidas contempladas en el programa económico que apoyamos. La implementación exitosa del programa redundaría en un entorno económico más favorable, con una situación macroeconómica saneada, un sector eléctrico más competitivo, un gasto público centrado en la inversión y los programas sociales, y un clima de negocios más favorable
Queda mucho por hacer, está claro, pero todos los esfuerzos comienzan con un primer paso”. Otro gran desafío en los próximos meses es el fortalecimiento del plan de reducción de pérdidas a través de nuevas inversiones en transmisión para reducir pérdidas técnicas. También por el funcionamiento efectivo de la nueva fuerza de tareas para la reducción de pérdidas no técnicas”.