Diario El Heraldo

Piden cese a la violencia en cárceles

Acciones sectores repudian muertes en centros penales. Blanco del ataque en la cárcel de siria, en el que murieron 19 reclusos, era un “toro” de la 18. Fusina realiza inspección en busca de armas. Dos equipos especiales investigan causas de masacres. Fami

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La detonación de un arma de fuego en el área de visitas del Centro Penitencia­rio de Siria, en El Porvenir, Francisco Morazán, marcó el inicio de una masacre en la que 30 minutos bastaron para asesinar salvajemen­te a 19 privados de libertad.

El blanco, según fuentes a lo interno del penal, era un “toro” de la estructura criminal pandilla Barrio 18 trasladado desde Ilama, Santa Bárbara, al módulo de máxima seguridad “La Leonera”, el pasado 10 de diciembre del 2019.Enesetrasl­adotambién­llevaron 41 presos más de las cárceles de Támara, Choluteca y Tela.

La planificac­ión resultó eficaz y en medio de los gritos de terror de las visitas, la reyerta entró en apogeo cobrando la vida de 19 presos, en su mayoría simpatizan­tes de la pandilla 18.

A balazos, cuchillada­s y machetazos, los asesinos estaban preparados para atacar tomando por sorpresa a las autoridade­s que, desarmadas adentro del penal, no les tocó más que ser testigos de las grotescas muertes.

El orden se recobró cuando las misiones estaban completada­s, incluso los sanguinari­os asesinos le perdonaron la vida a un uniformado de la Policía Nacional (PN) que en el motín se aisló del resto de sus compañeros.

24 horas después de la masacre, EL HERALDO visitó el penal, donde la incertidum­bre coquetea con una relativa paz a la expectativ­a que aún falta más.

Apenas eran las 8:30 AM y el portón de acceso al Centro Penitencia­rio de Siria, en El Porvenir, Francisco Morazán estaba cerrado. Dos uniformado­s de la PN aguardaban a la orilla de la calle en una precaria caseta de láminas de zinc, desprotegi­dos, casi a la intemperie.

No les quedaba de otra, la construcci­ón aún no ha terminaper­ados

do y lo que se mira como una fachada bonita con casetas blindadas y cámaras no está disponible.

Dos mujeres merodeaban la pavimentad­a del kilómetro 39 en donde se ubica la cárcel, se ven nerviosas y ante la presencia de los medios optan por esconderse atrás de un vehículo tipo turismo, no sin antes advertir que no desean ser enfocadas por temor a perder sus vidas.

A lo lejos, desde el interior del penal, comenzó un desfile de hombres que caminaban desesa la salida, son los privados de libertad con el beneficio de la preliberac­ión que tienen permiso de salir del centro para pasar hoy la fiesta de Navidad junto a su familia.

Hipótesis de las autoridade­s apuntan que fue uno de los privados de libertad con este beneficio quien ingresó el arma que se detonó en el área de visitas el día de la terrible masacre.

El primero en salir caminaba con dificultad, aunque no se atrevió a decir que sufrió un daño en la reyerta, solo cruzó la calle y se subió a una motociclet­a junto a otro sujeto que le esperaba, dos muchachos le hicieron escolta en el mismo tipo de medio de transporte.

El resto de los preliberad­os comenzaron a caminar por el pavimento, algunos se montaron en carros, otros en bus, apenas tres emprendier­on a pie.

En el lugar se observó muy poca presencia policial, ni siquiera un dispositiv­o en la calle.

Carros con frescos en sus pailas -los presos tienen una cena hoy-, camiones de lácteos, cisternas de agua y algunas patrullas entraron al recinto con mayor tranquilid­ad como si nada hubiera pasado o a nadie le hubieran quitado la vida.

La relativa calma estaba por fuera, ya que en el interior personal de la PN, Ministerio Público y militares de la Fuerza de Seguridad Interinsti­tucional Nacional (Fusina) realizaban una exhaustiva revisión en cada uno de los 20 módulos para encontrar el arsenal que tienen escondido los presos. El acceso a la prensa resultó imposible, por lo que EL HERALDO se trasladó a la imponente montaña que está atrás del Centro Penitencia­rio de Siria, en El Porvenir, Francisco Morazán.

Un camino cargado de dificultad­es, en un trayecto de al menos una hora en carro y otros 45 minutos a pie en medio de la nada permitió encontrar un punto desde donde se logró visibiliza­r el fuerte operativo que se realizaba en el centro. La cárcel consta de 11 manzanas de tierra con 20 módulos construido­s, protegidos por 10 torreones de vigilancia, a su alrededor están los tubos para poner mallas, pero por ahora no las han instalado. EL HERALDO evidenció que en un área abierta ubicaron a una parte de los 1,613 privados de libertad, otro grupo estaba pegado a una pared bajo el resguardo de militares armados con rifles y escudos.

Personal del MP por su parte realizaba entrevista­s en algunas zonas de la cárcel a los pocos custodios que quedaron y a miembros de la PN que estuvieron presentes durante el motín que terminó con la vida de 19 personas privadas de libertad.

Entre los espacios en los módulos se pudo observar al director del centro -comisionad­o Sauceda-, quien asumió recienteme­nte las riendas de la cárcel, junto a él caminaban una fiscal del MP junto a dos de sus compañeros y varios efectivos militares.

Los reos acostumbra­dos a las revisiones se veían relajados, mientras eran despojados de algunas de sus pertenenci­as, incluso muchos de ellos soltaban bulliciosa­s carcajadas y burlas en contra de las autoridade­s de Fusina que recién asumieron el control en los presidios.

Se pudo observar que para la revisión realizaron una división

del personal, aunque la búsqueda de armas fue simultánea en cada uno de los módulos.

En algunos sectores visibles desde la montaña se observó que reos eran entrevista­dos de manera personal como parte del proceso de investigac­ión.

Las autoridade­s de Fusina tenían preparadas las unidades para trasladar las armas que encontraro­n, aunque no fueron presentada­s a los medios de comunicaci­ón en la zona.

Una vez concluida la requisa, las autoridade­s abandonaro­n el lugar, los presos fueron trasladado­s a las celdas y los preparativ­os para la cena navideña continuaro­n sin importar que la sangre aún esté fresca y los culpables bajo la impunidad

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fotos: El Heraldo
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 ?? FOTOS: EL HERALDO ?? (1) Los privados de libertad fueron sacados de sus celdas y ubicados contra las paredes para la revisión por elementos de Fusina. (2) Las autoridade­s del centro, junto a fiscales del MP y militares, realizaron un recorrido por el centro penal de Siria en El Porvenir. (3) Amontonado­s en carros tipo paila en horas de la madrugada fueron ingresados los cuerpos a la morgue capitalina. (4) En la morgue capitalina, las escenas de los familiares resultaron desgarrado­ras. (5) Familiares lamenta- ron la pérdida de sus seres. (6) Pese a la masacre, los reos con el beneficio de la preliberac­ión salieron ayer de la cárcel de El Porvenir.
FOTOS: EL HERALDO (1) Los privados de libertad fueron sacados de sus celdas y ubicados contra las paredes para la revisión por elementos de Fusina. (2) Las autoridade­s del centro, junto a fiscales del MP y militares, realizaron un recorrido por el centro penal de Siria en El Porvenir. (3) Amontonado­s en carros tipo paila en horas de la madrugada fueron ingresados los cuerpos a la morgue capitalina. (4) En la morgue capitalina, las escenas de los familiares resultaron desgarrado­ras. (5) Familiares lamenta- ron la pérdida de sus seres. (6) Pese a la masacre, los reos con el beneficio de la preliberac­ión salieron ayer de la cárcel de El Porvenir.
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