Familiares de reos fueron advertidos sobre el peligro
A las 3:30 de la madrugada de ayer ingresaron los 19 cuerpos de los privados de libertad a la morgue capitalina, uno más llegó desde el HE
Luego del sangriento hecho sucedido en el Centro Penal de Siria en El Porvenir, Francisco Morazán, la desesperación, lágrimas y larga espera se trasladaron hasta el Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la capital.
El mayor temor de los familiares de los privados de libertad del penal de Siria se había convertido en una terrible realidad que enluta a varios hogares del país.
Y es que las últimas masacres ocurridas antes del domingo en varias cárceles de máxima seguridad del país ya tenían angustiados a los familiares de los presos de El Porvenir.
Una de las madres que ahora llora a su hijo es Carmen Suyapa Villalobos, quien relató que fue advertida por su hijo Gerson Leonel Villalobos de no realizar la visita este fin de semana.
“Nosotros tenemos la costumbre de pasar con mi hijo el domingo antes de Navidad, varios familiares vamos a visitarlo. Pero el viernes recibí una llamada de él diciéndome que no vaya a visitarlo este domingo, porque las cosas estaban muy feas por allá”, recordó con mucho dolor la madre.
Esas fueron las últimas palabras que cruzó con su hijo, un par de días después la madre ya veía el nombre de su vástago en las noticias.
El edificio de la morgue y las cámaras eran testigos de la desesperación que vivían los familiares.
Sin saber qué hacer, los familiares con desesperación llegaban a reclamar el cuerpo, eran ingresados a los cuartos fríos para reconocer el cuerpo de su padre, hermano, hijo o sobrino.
En los ojos de cada persona se reflejaba el dolor de perder a un familiar que pagaba por una condena en una cárcel.
Con un llanto desconsolador y con unos familiares que le ayudaban a estar en pie, la madre de Edyn Hernández gritaba: “Mi muchachito, qué tristeza, yo nunca pensé que me le iban a hacer daño, él no se metía con nadie”.
Con un nudo en la garganta que le partía el alma a quien la escuchara, dijo: “Mi hijo me decía que él no tenía ni un cortauñas, pero mejor le hubiera dado una arma para que se defendiera”.
Hasta ocho horas después de ingresar los cuerpos a la morgue, fue entregado el primer cuerpo.
Los familiares no se explican cómo fue que ingresaron los machetes, punzones y armas de fuego al interior del centro penal.
La hermana de Marvin Alonso Gómez, desde las 4:30 de la madrugada de ayer se presentó a la morgue capitalina para reclamar el cuerpo de su pariente.
Las aceras frías eran el único espacio donde se podía descansar luego de viajar desde la zona sur del país.
“El viernes hablé con mi hermano, ahora no puedo creer lo que está pasando, él deja un hijo. En la noche del domingo nos dimos cuenta y en la madrugada ya estábamos acá”, relató.
Entre 12 y 20 horas esperaron algunos familiares para recibir el cuerpo de un pariente
Hasta unas 20 horas esperaron las personas para que entregaran los cuerpos de sus familiares en la morgue capitalina.