Verdades distorsionadas
El periódico Washington Post recién ha publicado documentación oficial, incluyendo entrevistas, contentivas de evaluaciones respecto al estado real de la guerra que desde hace 18 años libra Estados Unidos en Afganistán.
Este país montañoso ha experimentado múltiples invasiones por ser ruta obligada para llegar a India: en los siglos XIX y XX, ingleses y rusos la ocuparon debiendo eventualmente retirarse, ante la tenaz oposición afgana.
A partir del 2001, Washington envió tropas para desalojar al Talibán del poder y cortar su respaldo a Osama bin Laden.
Lo logró, pasando los fundamentalistas a la oposición armada.
Después de 18 años de recíprocos ataques, más de 2,200 efectivos estadounidenses han muerto, más de 20,000 heridos, centenares de soldados de países aliados perecieron y más de 115,000 civiles y militares afganos aniquilados.
En el mismo período, más de un trillón de dólares -impuestos pagados por los contribuyenteshan sido derrochados, fomentando creciente corrupción e inflación.
También, la producción de opio se ha cuadruplicado, convirtiendo a Afganistán en el primer exportador mundial.
Si el presidente Barack Obama despachó en los momentos más álgidos a 100,000 soldados, el actual presidente Donald Trump los ha retirado, permaneciendo un contingente residual.
Las negociaciones de paz con el Talibán están estancadas.
A lo largo de estos años, las más altas autoridades civiles y militares estadounidenses públicamente han reasegurado a su pueblo falsedades respecto al desempeño bélico.
Voces triunfalistas, mentirosas, han tergiversado la real situación prevaleciente en Afganistán, en donde el Talibán crecientemente ocupa territorios y cerca ciudades.
Estas distorsiones propagandísticas recuerdan las formuladas durante el curso del conflicto vietnamita, proyectado a Laos y Cambodia.
Fue hasta la publicación de los Pentagon Papers por un funcionario empeñado en que sus compatriotas conocieran la verdad, que la generalidad de la población se percató de la magnitud de las mentiras oficiales, también vertidas respecto a Irak, hoy destruido, en guerra civil, bajo la creciente influencia de Irán.
El coronel (R) del Ejército, Bob Crowley, concluyó: “La verdad fue raramente bienvenida”
Voces triunfalistas, mentirosas, han tergiversado la real situación prevaleciente en Afganistán, en donde el Talibán crecientemente ocupa territorios y cerca ciudades”.